En Lerma, el pequeño museo donde cabe hasta un mamut
Por Carlos Sánchez Morán
Siete metros después del banco de la avenida Hidalgo, si uno llega a la cervecería ya se pasó. Exactamente en el número 20, se encuentra el secreto mejor guardado de Lerma: un pequeño museo con espacio para todo. Nadie debe quedar engañado por sus reducidas dimensiones, porque tras sus puertas tiene la capacidad de resguardar y exhibir arte, tradición y cultura locales… Claro, en Zanbatha, Museo del Valle de la Luna, porque es Lerma, también hay un mamut en la sala.
Este coloso del Pleistoceno no está compuesto de restos fosilizados, como otros ejemplares que se muestran en distintos espacios culturales del Estado de México, sin embargo su hechura impecable de madera no le quita encanto, sino que le ha añadido atractivo para quienes buscan tomar una imagen, disparar la selfie del recuerdo con el colmilludo gigante a sus espaldas.
Pero que nadie piense que eso es todo, pues a la izquierda, derecha y arriba del rey de las praderas de 10,000 a. C. sigue el recorrido. Este secreto, a poco menos de 50 kilómetros de la Ciudad de México, en un municipio más conocido en estas épocas por los outlets de ropa y calzado, aún está revelarnos su verdadero espíritu: cualquier otro espacio ya se hubiera convertido en un guiso barroco de artesanías y trabajos locales aleatorios. En Zanbatha todo tiene su espacio y el arte puede respirar en sus paredes. Así lo ha procurado la responsable del lugar, Mariel Vázquez.
La artista Rosa Esmeralda Espinosa de los Monteros Alatorre ,Reedma, confió 36 de sus cuadros al museo para la exposición Una década de luminosidad. La intimidad del ala superior del recinto genera el ambiente para apreciar las piezas, porque la obra de la maestra capitalina fluye para formar un arabesco de tinta china y aguada, un hilo continuado de divinidades y erotismo, si no es que es lo mismo para la creadora.
Silencio, obra en sepias que busca resonar en lo que cada espectador lleva oculto, es tan sólo un inicio en el amplio registro de sensibilidad que alcanza Reedma, porque le siguen piezas como Mi ángel, donde una mano celestial cubre a su creación y Sentí tu alma ceñida y húmeda por el dolor, un canto de consuelo y solidaridad, que aunque viene de una imagen femenina no sólo hace eco del sufrimiento de las mujeres, a decir de la autora, quien reconoce la disposición del recinto.
“Los profesionales (del museo) saben hacerse cargo integralmente de la obra encomendada”, aseguró la artista tras la apertura de la muestra presentada en conjunto por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Lerma.
La exposición de la primera latinoamericana en formar parte del Acervo de Arte en la Biblioteca de Alejandría, se mantendrá hasta el 28 de agosto.
Antes de salir de nuevo a la avenida Hidalgo, hay algo más que obra artística actual y restos arqueológicos de la región. Apenas el 11 de agosto se supo. Hay un tesoro. José Antonio Concepción Infante Romero no sólo fue el párroco local, sino que se convirtió en un cronista de una época convulsa al llegar a Santa Clara de Lerma en 1900. ¿Cómo fue capaz el sacerdote de convertirse en historiador? Retrató y guardó la memoria de lugar en fotografías. Muchas de ellas no habían sido vistas en 100 años, pero hoy están aquí.
La caída de Porfirio Díaz, la presidencia de Franciso I. Madero, los movimientos broncos del zapatismo y villismo los vivió este municipio y la exposición Lerma en la mirada; vida y obra de José Infante, da fe de los 40 años de servicio en la comunidad y de su historia.
Un momento para el café
En este pueblo con encanto a casi 3 mil metros sobre el nivel de mar el arte no se termina, sólo hay que seguir el rectángulo de la plaza central para encontrarse con el mejor café de Lerma, porque también es un espacio para exposiciones locales.
En la calle de Artesanos, como si se tratara de destino, se halla Café Galería. Ahí, en estos momentos se puede visitar la exposición de gráfica erótica de Alejandra Montellano Miranda, Fátima Liquidano Arantza Montserrat, Nava, Camilo y Germán. Siempre hay tiempo para una taza de café y seguirlos en @cafexpresion.