“Las mujeres nunca ganan este concurso, me decían”
Ser la primera mujer latinoamericana en ganar Prix Voies Off, en Arles Francia, le ha valido a la fotógrafa mexicana Liza Ambrossio un reconocimiento internacional en el inicio de su trayectoria.
La serie La ira de la devoción es un trabajo que demandó años y también un mirar “hacia dentro”, señala Ambrossio ,quien ya expuso su trabajo en la Galería Gotxikoa en 2016.
El proyecto le ha generado una serie de exposiciones y presentaciones en España y Luxemburgo, además de presentar su más reciente fotolibro Naranja de sangre por Europa.
Has tenido una carrera con diversos reconocimientos, ¿cómo llega la distinción Premio Voies Off, que apoya a fotógrafos emergentes?
Es el descubrimiento de algo que solo había supuesto; el talento, la cultura del trabajo y la disciplina sí dan resultados. A veces creo que ser un artista –en serio- o un deportista de alto rendimiento es lo más cercano a querer ser santo.
Pero tanto el hecho de ganar el primer lugar del Voies Off dentro de los encuentros de fotografía en Arles, Francia; cuando estas compitiendo con muchos de los mejores fotógrafos contemporáneos del mundo, ser el único latinoamericano aceptado y que de pronto exista gente que te diga “Eres muy joven para ganar”, “Las mujeres nunca ganan este concurso” o “Los latinoamericanos no se llevan este tipo de premios” y de pronto demuestres contra toda expectativa que si se puede, es un acelere brutal.
Con "La ira de la devoción" se ha editado un fotolibro, ¿cómo surge el proyecto y qué representa para este momento de tu carrera?
Empezó con una imagen mental. Una virgen iracunda como mi madre.
En La ira de la devoción, lo femenino es amenazante porque seduce y en la poética de su seducción devora. Me miré hacia adentro y sin pretenderlo recordé la frase con la que se despidió mi madre la última vez que la vi a mis dieciséis años –“Que te vaya bien, y créeme que de verdad espero que seas muy fuerte y audaz, para no tener piedad a la hora de destrozar tu cuerpo y aplastar tu alma la próxima vez que nos volvamos a encontrar”.-
Tras un abrumador quiebre emocional, empecé una serie de imágenes entremezclándolas con lienzos pictóricos y fotografías de mi archivo familiar para impulsar al observador a sumergirse en mi psicología.
La ira de la devoción ha sido un trabajo tortuoso y glorioso, resultado de un buen equipo a lado de el extraordinario fotógrafo, editor y director del festival Luz del Norte, Alfredo De Stefano.
¿Vienen algunas próximas exposiciones o proyectos que nos puedas comentar?
Ahora mismo estoy trabajando más que toda mi vida; para empezar con terminar mi segundo fotolibroNaranja de sangre, dos series nuevas, un medio metraje y una novela que llevo arrastrando un tiempo.
Este mes de septiembre inauguro La ira de la devoción en la Galeria Clairefontaine en Luxemburgo, también tendré una colectiva esa misma semana junto a Isabel Muñoz y Guisele Freund. Y daré una conferencia denominada Ira y devoción.
El día 17 de septiembre tengo la presentación de mi libro La ira de la devoción en la librería de La Fabrica, en Madrid, España.
Al siguiente día voy a inaugurar Naranja de Sangre, con el que gane el premio nuevo talento de la transnacional europea FNAC. Y después me voy una semana a Portugal para participar por el premio Emergentes, en el festival Encontros da Imagem.