El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó este sábado la política comprometida y crítica que «toma partido por el ser humano» y por «los más débiles», tal y como la concebía el escritor portugués José Saramago que obtuvo hace 20 años el Premio Nóbel de Literatura.
Sánchez participó junto al presidente portugués António Costa en la conmemoración de ese galardón, celebrada esta mañana en Lanzarote, donde vivió varias décadas. El presidente español elogió la figura literarial, moral y la integridad del escritor que siempre abogó por una actitud crítica ante el poder.
En estos momentos de crisis, dijo Sánchez, «nos preguntamos qué sugeriría para afrontar estos retos» y se mostró convencido de que «nos pediría que estuviéramos con los más débiles, que nos comprometiéramos, que tomáramos partido por al causa del medio ambiente, del cambio climático, que tomáramos partido por el ser humano».
Sánchez insistió en que Saramago es «un ejemplo poderoso» de la eficacia del «humanismo frente al odio y a la exclusión» y emplazó a su homólogo portugués a profundizar relaciones en la cumbre hispano-lusa que se celebrará en noviembre en Valladolid.
Pedro Sánchez y Antonio Costa han emulado este sábado en la sede de la Fundación César Manrique la foto que se hicieron en 1991 Felipe González y el canciller alemán Helmut Kohl al visitar la entonces casa del artista lanzaroteño.
Ha sido Sánchez quien ha invitado a Costa a sentarse a la «mesa histórica» que el expresidente español y su homólogo alemán compartieron en aquella ocasión en el inmueble, también llamado Taro de Tahíche, y posar juntos como lo hicieron Gonzalez y Kohl junto a Manrique.
El gesto ha tenido lugar durante una visita de media hora que ambos mandatarios han hecho a la que fuera vivienda del artista aprovechando su estancia en la isla de los volcanes con motivo del homenaje que se rinde hoy al escritor José Saramago por el 20 aniversario de la entrega del Premio Nobel de Literatura.
Sánchez y Costa han estado guiados en su vista por el presidente de la Fundación César Manrique, José Juan Ramírez, y su director, Fernando Gómez Aguilera, y acompañados por el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y la delegada del Gobierno en Canarias, Elena Máñez.
El pasado martes 2 de octubre se cumplió cincuenta años desde que el artista lanzaroteño pusiera la primera piedra de su casa, a la que denominó Taro de Tahíche y que se asienta sobre una corriente de lava de las erupciones que tuvieron lugar en la isla entre 1730 y 1736.
Singularidad que ha sorprendido a Pedro Sánchez, que ha quedado fascinado por cómo Manrique transformó ese paisaje de burbujas volcánicas en acogedoras estancias y, en especial, por cómo diseñó en ese entorno el baño de la vivienda, tradicionalmente alabado por su originalidad.
Además, han destacado que el presidente ha comentado que ya había estado en Lanzarote en una anterior ocasión, cuando su hija mayor era muy pequeña.
Tras la vista a la FCM, Sánchez y Costa se han dirigido a la que fuera vivienda de José Saramago, la denominada "A Casa", para participar en un homenaje al escritor organizado por el 20 aniversario de su reconocimiento con el Premio Nobel de Literatura.
El autor se instaló en 1993 en el municipio lanzaroteño de Tías, donde está "A Casa", vivienda y biblioteca del escritor y su esposa, la periodista Pilar del Río, que ahora gestiona la fundación que lleva su nombre.
El 8 de octubre de 1998, José Saramago se convirtió en el primero, y hasta ahora único, Premio Nobel de Literatura en lengua portuguesa. Pasadas dos décadas, su fundación ha querido recordar ese momento histórico para la literatura lusa con un programa de actividades diversas en el que se enmarca el homenaje de hoy en Lanzarote. E