Abrirán capilla de las Santas Reliquias y Cripta de Obispos
La arquidiócesis de Puebla anunció que la catedral abrirá a los fieles la capilla de las Santas Reliquias y la Cripta de los Obispos con motivo de la celebración de Todos los Santos y Fieles Difuntos.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, explicó que el 1 de noviembre, la iglesia celebra a todos aquellos cristianos que “ya están en el cielo, hayan sido o no declarados santos o beatos”, por tal motivo, abrirá la Capilla de las Santas Reliquias de la catedral.
“El 1 de noviembre se exponen en la catedral de Puebla las reliquias de los santos mártires que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias y en los altares de San José y de San Miguel para que los fieles puedan venerarlas, y así admirar la obra de Dios realizada en ellos, aprender de su ejemplo y pedir su intercesión”, comentó.
Por su parte, el rector de la Catedral de Puebla, Francisco Vázquez Ramírez, explicó que la Capilla de las Reliquias aloja restos de algunos mártires, particularmente en la urna central, de origen filipino.
“En los bustos de yeso, elaborados por la academia de las Bellas Artes, contiene las reliquias de los respectivos santos: san Basilio, san Sotero Papa, san Cornelio, santa Catalina de Siena, san Irineo y otros”, explicó.
Por otra parte, el arzobispo de Puebla detalló que el 2 de noviembre, la catedral abrirá la Cripta de los Obispos, ubicada bajo del ciprés del Altar Mayor, espacio donde reposan los restos mortales de 13 de los 35 obispos y 6 arzobispos difuntos.
“El 2 de noviembre, los fieles pueden visitar la Cripta de los Obispos en la Catedral, para pedir por el eterno descanso de quienes fueron los pastores de la Iglesia en Puebla”, apuntó.
El rector de la Catedral de Puebla, Francisco Vázquez Ramírez, detalló que entre los obispos sepultados en la Cripta se encuentran: Fray Julián Garcés, primer obispo de Puebla; Salvador Bienpica y Sotomayor; los arzobispos Pedro Vera y Zuria, los hermanos José Ignacio y Octaviano Márquez y Toriz; y desde el año pasado, los restos mortales de Rosendo Huesca Pacheco, octavo arzobispo de Puebla.
ARP