El PP justifica su discurso incendiario porque "el mensaje cala" y equipara su pugna con Vox a la de PSOE y PACMA
Pablo Casado y su equipo niegan que el PP haya dado un giro a la derecha tras su triunfo en las primarias y descartan que se esté produciendo un proceso de "radicalización" en sus filas. Sí admiten, en cambio, que en las últimas semanas sus principales líderes han "forzado" sus discursos para atacar a sus oponentes políticos. La dirección de los populares defiende esa estrategia que llevó a Casado a asegurar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es "partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España", o al secretario general del PP, Teodoro García Egea, a acusar al PSOE andaluz de gastar "más dinero en prostitución que en educación". Génova considera que así consigue que su "mensaje cale" en la ciudadanía.
La dirección del PP se expresaba con esas palabras este fin de semana, durante la reunión Interparlamentaria que el partido celebraba en Sevilla para respaldar a los populares andaluces en plena precampaña de las elecciones del 2 de diciembre.
Las fuentes del equipo de Casado defienden especialmente su discurso vinculando el uso de dinero público en prostitutas de los imputados por los ERE a la Junta de Andalucía y al PSOE. El mensaje tuvo su momento estelar el pasado 17 de octubre con la intervención de la portavoz en el Congreso de los Diputados, Dolors Montserrat, acusando al Gobierno de tener "desconcertadas" a las prostitutas y, a continuación, con García Egea equiparando el gasto en sexo de pago al presupuesto de Educación en la comunidad andaluza. "Gracias a eso", apuntan fuentes de la dirección del PP, "los ciudadanos se han enterado de lo que pasó en Andalucía".
Génova reconoce que "a veces" sus principales dirigentes han "exagerado" algunas acusaciones, pero insisten en la utilidad de su estrategia que, apuntan, no tiene como principal objetivo crispar la sociedad española. Estas declaraciones de dirigentes del PP se producían unos días después de que el CIS revelara que la mayoría de los españoles consideran que el partido de Pablo Casado es el principal responsable de la crispación política que se vive en España al mismo nivel que las fuerzas independentistas.
A la cúpula del PP no le gusta que se le compare con la formación ultraderechista Vox a pesar del evidente pulso por electorado más de derechas que mantiene con el partido que preside Santiago Abascal y que ha provocado que el propio Casado haya evitado criticarlo, haya asegurado que comparte "muchas ideas" con ese proyecto político y haya destacado su "excelente relación" con su presidente. Génova ironiza y aboga por dar la misma importancia a la pugna entre PP y Vox que a la que podría estar produciéndose entre el PSOE y PACMA. "¿Por qué no se dice que el PSOE y PACMA están luchando por el mismo espacio político como se nos dice a nosotros con Vox?", se preguntan los populares con sorna.
Los dirigentes consultados reconocen que el hecho de que el pasado miércoles Sánchez mencionara a Vox en el Congreso, durante el cara a cara que protagonizó con Casado, para tratar de desgastar al PP, solo beneficia a la formación ultraderechista que, recalcan, según las últimas encuestas obtendría menos respaldo electoral que PACMA. El Barómetro del CIS de octubre sitúa al partido animalista con un 1,2% de estimación de voto, dos décimas por encima de Vox, que lograría el 1%. "No entendemos porque se habla más de Vox que de PACMA", remarca la dirección del PP, que no cree que el partido de Abascal pueda hacerles daño electoralmente.
En el "buen camino"
Casado y su equipo insisten en que el PP está en el "buen camino" y que así lo atestiguan las encuestas internas que maneja el partido y que apuntan que en el próximo ciclo electoral que comenzará en diciembre con los comicios andaluces los populares podrían recuperar el poder perdido en los últimos años. Es lo que Génova percibe también "en la calle" donde según apuntan las fuentes consultadas "la gente agradece que le hablemos claro" en asuntos como la inmigración, la crisis en Catalunya o la bajada de impuestos.
Los nuevos postulados defendidos por Casado no suponen en ningún caso una "radicalización" del PP. Así lo resumía este domingo el número dos del partido en el acto de clausura de la Interparlamentaria, en Sevilla: "A nosotros nos llaman radicales y extremistas, pues somos radicales y extremistas de querer a la gente de este país y no fallarles nunca".
Génova insiste en esa misma idea: "No somos extremados ni nada, estamos conectando con los 11 millones que en su día nos dieron su apoyo", apuntan, en referencia a los votantes que obtuvo el PP en 2011, cuando Mariano Rajoy logró la mayoría absoluta. Es el gran objetivo de Casado: lograr de nuevo que el PP sea el partido que "aglutine" a todo el centro derecha, recuperando los votos que se marcharon tanto a Ciudadanos como a Vox.
El PP se mofa del CIS al considerar que Pedro Sánchez está utilizando el organismo encargado de realizar las encuestas electorales en beneficio propio. Casado ha llegado a asegurar este fin de semana que el Gobierno adolece de "cistitis. Por eso la dirección de los populares resta valor al hecho de que el último barómetro, el de octubre, sitúa a su partido en tercer lugar, por detras del PSOE –que ganaría las elecciones generales– y de Ciudadanos. "El PP va subiendo en las encuestas. La intención de voto ha evolucionado de forma muy positiva entre mayo y septiembre y tenemos opciones de ganar", zanjan las fuentes consultadas.