La crisis de los Tiburones y su ansiado final
EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Siete derrotas en fila. Solos en el último lugar. Sin victorias en la carretera y con tropiezos tan contundentes como el de este martes, en Barquisimeto, donde el bateo siguió con su mala racha y el picheo se desfondó.
¿Qué está pasando con los Tiburones? Y más importante todavía, ¿se puede revertir la actual situación?
Un esperanzador rayo de luz asomó en enero, cuando La Guaira anunció la contratación de Luis Blasini como su gerente general. Es un ejecutivo, no un mago, pero su trayectoria exitosa como desarrollador de peloteros en su programa de prospectos, con sede en el centro del país, y su paso por la oficina del Magallanes, equipo al que condujo a dos campeonatos, permitían concluir que el primer paso en el manido y todavía urgente proceso de reconstrucción de los litoralenses era finalmente el correcto.
Se dijo entonces, y se repitió posteriormente, que no llegarían de inmediato los frutos, después de tan larga espera. Pero es imposible descartar la inmediatez que sienten los seguidores de la histórica escuadra. Son tres décadas de espera. Quien conduzca esta novena, sabe que carga con esa deuda, aunque se trate de un recién llegado.
En medio de este panorama, hay otros elementos. El torneo apenas está comenzando. Es una realidad a tomar en consideración, para no sobre exigir al grupo de peloteros, al cuerpo técnico y a la oficina. La diferencia respecto al sexto lugar, la frontera que permite entrar a los playoffs, es muy pequeña. Hay tiempo, si existen la voluntad y los recursos.
Hace exactamente 12 meses, los Caribes estaban en el sótano, luego de un pésimo inicio y un octubre negativo. Su alto mando movió la importación, tomó medidas duras, incluyendo el despido del popular Denis Phipps, motor de la alineación en años anteriores. Buscaron nuevos lanzadores en el extranjero y lograron la incorporación de varias figuras criollas. Entre todos, metieron a Anzoátegui en la acción de enero. Nuevas contrataciones y un muy buen ojo en el Draft de Adiciones y Sustituciones completaron esa nómina que, aunque con lo justo, terminó disputando la Serie del Caribe en representación de la LVBP.
Si los Tiburones hoy también disponen de tiempo para torcer el rumbo, falta por determinar si cuentan igualmente con la voluntad y los recursos para hacerlo.
La tribu acaba de recordarnos lo que hizo hace un año para revertir un destino que parecía marcado. Esta misma semana, varios de sus principales astros han comenzado a jugar, mientras la divisa oriental volteaba su mala racha e iniciaba una seguidilla positiva.
Equipos ya bien armados, como los Cardenales y Leones, siguen trayendo nombres de peso a sus nóminas, aunque lideran la tabla de posiciones. El Magallanes recibe este viernes a Chuck Taylor, conocido por los buenos antecedentes que dejó en la liga, y tienen a varios criollos de peso preparándose para actuar.
En La Guaira preocupa la falta de noticias en ese sentido, más allá de la posibilidad todavía distante y vaporosa de que algunos de sus bigleaguers se reporten en diciembre.
El regreso del manager Oswaldo Guillén debería servir de ayuda. Pero el lineup pide refuerzos y el staff de lanzadores también. Aunque queda suficiente tiempo, la clave estará en los recursos que los escualos puedan disponer.
Columna publicada en El Nacional, en su edición del viernes 2 de noviembre de 2018.