Kim Howe, la escritora que convierte los secuestros más crueles en ficción
0
«Pasé mucho tiempo investigando el oscuro mundo del secuestro antes de escribir mi primer libro. Entrevisté a exrehenes, negociadores, expertos en reinserción de rehenes y operativos de las fuerzas especiales», explicó la autora durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Sharjah, donde protagonizó una ponencia sobre el suspense y el misterio en la literatura. Durante su charla, la novelista fue desgranando algunas de las claves de su escritura, de una vocación abiertamente popular.
Kowe insistió en que su objetivo es crear un mundo donde ocurran sus diferentes historias, al modo de George R. R. Martin con «Juego de Tronos», pero sin el componente fantástico. Sus narraciones nacen de la realidad, de vivencias traumáticas como la de Peter Moore, que fue retenido como rehén durante más de 946 días en Irak.
«Estaba atado a un radiador, y durante mucho tiempo solo pudo ver la grieta de una pared. Cualquiera perdería la cabeza. Pero él imaginaba las vías del tren en las grietas. Y las dibujó al regresar a su país de origen porque se le habían quedado grabadas. (...) Esas historias me inspiran a escribir y crear personajes», recordó Kim Howe.
En cuanto a su técnica, reveló la importancia del cliffhanger, sobre todo en sus libros, que se caracterizan por sus capítulos cortos e intensos. «Quiero que el lector se quede leyendo hasta la madrugada», subrayó la escritora.
También destacó el poder de la mujer en su obra. «En "The Freedom Broker", mi personaje principal es Thea Paris, una mujer fuerte y talentosa, pero también vulnerable y humana», apuntó. Esa debilidad se materializa en su diabetes, una forma de acercar a la heroína al mundo real. «Espero que el personaje pueda resonar y tal vez animar a cualquier persona con una enfermedad así a alcanzar sus sueños», explicó.
La segunda parte de la sesión, protagonizada por el estudioso del género Ahmed Hussein, se centró en cómo la realidad ha condicionado este tipo de novelas. Según afirmó, los thrillers se han nutrido de los diferentes problemas que ha enfrentado el mundo. Cuando la guerra fría estaba en curso, el género espía se hizo muy popular. O, con la proliferación del turismo de masas, los secuestros vacacionales. Para finalizar resaltó, como Howe, el poder de la verosimilitud en en este tipo de historias, que es el motor que hace que los lectores pasen las páginas sin parar.