La comunidad educativa se planta ante el Govern y arranca un maratón de protestas
«Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad». La frase la verbalizó Karl Menninger, el padre de la psiquiatría moderna, pero la tienen tatuada en sus neuronas los maestros y profesores de Cataluña que han hecho un esfuerzo ingente en los años de crisis económica para que los recortes no mermaran la calidad de la educación. Llevan desde 2010 soportando las consecuencias de una política austera sobre sus espaldas. Pero ahora, cuatro años después de que la Generalitat empezara a revertir la tendencia a recortar presupuestos se han plantado, no entienden por qué en este tiempo no se han revertido los recortes. Y con ellos se planta toda la comunidad educativa, los sindicatos, los estudiantes y las asociaciones de padres y madres que ampara el Marco Unitario de la Comunidad Educativa (MUCE). Juntos se manifestarán mañana a las 17.00 horas en la plaza Universitat de Barcelona, bajo el lema «Ahora toca educación pública, queremos el 6%»
El 6% que reclaman se refiere al tanto por ciento del PIB catalán a invertir en educación. Cataluña está a la cola de inversión educativa de Europa. Su gasto educativo está al nivel de países como Laos Perú o Liberia, según el MUCE, que lo sitúa en un 2,04% del PIB. El director de Políticas Educativas de la Unesco, Francesc Pedró, en la última fotografía de la Fundació Bofill, elevó la inversión al 3,9% del PIB, una cifra que sigue estando por debajo de la media española (4,4%), y muy por debajo de la media de la UE (5,1%) y de lo que marca la Ley de Educación de Cataluña (LEC), un 6%.
La insuficiente financiación pública que recibe la enseñanza catalana es un lastre. «Hay 7.200 profesores menos respecto a 2010», denuncia el portavoz del sindicato USTEC, Ramon Font, que valora que recuperar este número de docentes cuesta 96 millones de euros. Para el MUCE es irrenunciable volver al horario lectivo de 23 horas para los profesores de primaria y de 18 para los de secundaria, es decir, una hora menos que ahora. Recuperar el horario lectivo se traduce en 45 millones y la contratación de 3.400 profesores más. También piden que en dos cursos haya 20 alumnos por aula en primaria y 25 en secundaria. Además de un calendario de retorno de las pagas extras de 2013 y 2014.
Su lista suma y sigue. Denuncian que la falta de plazas en la FP deriva a más de 20.000 alumnos a centros privados y a la formación a distancia. Lamentan que la falta de plazas en la educación de 0 a 3 años incrementa la brecha social. Recuerdan que sigue habiendo mil aulas en barracones. Reclaman que los comedores escolares estén dentro del derecho a una educación pública y sean universales y gratuitos. No aceptan más parches, quieren una planificación. Para 2019, exigen a Ensenyament una presupuesto expansivo del 10%, esto es 500 millones más. El presupuesto ejecutado este año ha sido de 4.900 millones. Pero además de mejoras presupuestarias, piden revertir una legislación neoliberal y segregadora, que mercantiliza la educación pública sometiéndola a la ley de la oferta y la demanda. Tras esta protesta vendrán huelgas de profesores el 29 de noviembre y el 12 de diciembre. Pidieron verse con el conseller Josep Bargalló a principio de curso, pero no les ha dado cita hasta el 11 de diciembre. Si no obtienen respuestas avisan: «Vendrán más protestas».