Polímatas guanajuatense
Mi admiración es para aquellas personas que no se limitan a desarrollar una sola habilidad, virtuosos que deciden no abrazar una rama del arte, sino que apelan a dejar su huella en diferentes aptitudes, y no es por presumir, pero los guanajuatenses son por excelencia de los mejores artistas adaptándose a diferentes disciplinas y, usualmente, destacando en cada todas las que participan.
Inclusive, en Guanajuato no han temido actuar sólo en escenas del arte, sino que han desarrollado a lo largo de su vida diferentes oficios antes de triunfar en la escena creativa; tal como Hermenegildo Bustos, quien además de haber sido un destacado pintor, también trabajó ven nevería, albañilería, hojalatería, carpintería, sastrería y además se aventuró en el campo de la música, escultura y escenografía.
Este caso también se presenta Guillermina Jiménez, mejor conocida como Flor Silvestre, quien inició con sus metas de ser cantante y este camino la llevó a protagonizar grandes películas de la Época de Oro del cine mexicano; sin embargo, también se destacó como una habilidosa amazona en el espectáculo ecuestre de su entonces esposo, Antonio Aguilar.
El mismo caso fue para Jorge Negrete, quien renunció al Ejército Mexicano para concentrarse en su carrera como cantante y poco después pisaría múltiples estudios cinematográficos en tierras nacionales y extranjeras; no conforme con esto, Negrete fundó La Asociación Nacional de Actores (ANDA) con el objetivo de dar a los empleados de la industria cinematográfica los derechos laborales que merecían.
Y por supuesto, un talento guanajuatense contemporáneo está haciendo su camino con pasos firmes en la industria de la pintura, se trata de Ámbar Pesquera, una joven celayense que domina diferentes técnicas del dibujo y la pintura: desde el lápiz y carboncillo, al óleo en lienzo y los acrílicos; mismas que desarrolló en sus años estudiando la carrera de Ingeniería Industrial.
Los guanajuatenses demuestran a México y al mundo que llegaron a varias escenas artísticas para quedarse, dejando en cada una: enseñanzas, legados, aptitudes y una nueva manera de destacar en las disciplinas por las que se apasionan.