Archivan la operación «Zeta» hasta que se publique un informe «clave» en junio de 2019

La «Operación Zeta», el caso de los presuntos fraudes en cursos de formación del que se cree que el empresario Gerardo Crespo fue el principal cabecilla, entra en una fase de letargo que durará hasta, al menos, junio de 2019. Es en esa fecha cuando el instructor de la causa calcula que se dará a conocer un informe «clave» que podría significar la reapertura de la investigación, por ahora archivada de manera provisional. Según dieron a conocer ayer fuentes del TSXG, el juez adoptó esta decisión a espera de este documento solicitado a la Intervención General del Estado.


En su opinión, su contenido será clarificador para valorar el futuro de las pesquisas, tras una investigación que se inició en diciembre de 2011 y en la que inicialmente se imputó a siete personas. Entre ellas destacó el nombre del coruñés Gerardo Crespo, señalado como cerebro de una trama que se calcula que pudo defraudar alrededor de 20 millones de euros a través de actividades de formación presuntamente ficticias.


Tras el estallido del caso, en enero de 2016 el juzgado acordó llamar a 25 nuevas personas en calidad de investigadas. De ellas, 21 personas fueron citadas por su presunta participación en un delito de estafa agravada, fraude de subvenciones y falsedad documental. A ellas, se sumó la citación en calidad de investigados de tres cargos públicos en el momento de los hechos, dos de la Xunta de Galicia y otro del Servicio Público de Empleo Estatal, como presuntos autores de un delito de prevaricación. Junto a estos, figuró otra persona como presunto autor de un delito de tráfico de influencias. Algunas de las personas lograron, sin embargo, su desimputación.


Dos empleadas admitieron ante la Policía que los cursos «no se estaban llevando a cabo, a pesar de lo cual por el grupo Azetanet se libraban facturas por su ejecución». También manifestaron ante los agentes que «las indicaciones las daba en todo momento Gerardo Crespo. Él se metía en todo y no delegaba nada, él decidía todo, era su empresa y él la dirigía. Muchas compañeras comentaban que tenían discusiones con él al advertirle que no hacía bien las cosas».