River se lleva un chasco monumental
Pésimo final de año para River, quien después de la alegría por ganar la final de la Libertadores ante Boca en el Bernabéu viajó directamente a Abu Dabi para tomar parte en un Mundial en el que tenían puestas muchas esperanzas. A la hora de la verdad, las dos semanas que llevan alejados de casa les pasaron factura en la semifinal de la que fueron perdiendo el control poco a poco hasta estrellarse en la suerte de los penaltis.
Todo comenzó torcido para un River que mostró muchísimas carencias, con una defensa imprecisa y nerviosa y un centro del campo desdibujado y sin ideas. Solo el ataque, gracias al empuje del Pity Martínez y a los goles de Santos Borré, salvó la cara en la vergonzante derrota.
Un córner cerradísimo que empujaron a la red al alimón entre Pinola y Berg puso por delante al equipo de los Emiratos nada más comenzar el choque. Fue el primero de los muchos despistes defensivos de la defensa argentina. Sin embargo, River reaccionó bien, asumió el control de la pelota y en apenas diez minutos le había dado la vuelta al encuentro con dos tantos del delantero exrojiblanco Santos Borré.
El error de River fue no apretar más las clavijas para noquear completamente a su rival. Al Ain aprovechó que le dejaban vivo para dar un pasito adelante. No les hizo falta mucho. Cada jugada a balón parado era una pequeña tortura para los argentinos por la poca prestancia de sus centrales. Maidana y Pinola, ambos con la cabeza rapada y perilla de chivo, querían imponían por su aspecto físico, pero a la hora de la verdad eran incapaces de ganar un duelo. Ni por alto ni a ras de césped.
El VAR anuló un gol al Al Ain justo antes del descanso, pero en el regreso de los vestuarios Caio volvió a igualar el choque tras dejar sentado a Maidana y batir a Armani con un precioso disparo ajustado. El brasileño, que tiene 24 años y ha desarrollado su carrera entre Japón y los Emiratos Árabes, eligió un gran escenario para darse a conocer. Será el mayor peligro de su equipo en la final.
River pudo ponerse de nuevo por delante, pero Martínez falló un penalti muy discutido sobre Casco que el VAR no puso en duda. La prórroga no mejoró a River, e incluso Armani tuvo que sacar una mano prodigiosa para salvar a su equipo cuando todos estaban pensando ya en los penaltis. En la muerte súbita solo falló Enzo Pérez, mandando a River de vuelta a casa.