Karina Carsolio, la corredora de montaña que disfruta la soledad

El amor a las montañas es un sentimiento que muy pocas personas tienen en nuestro país, ya que es un lugar en el que algunos están acostumbrados a vivir o pasar el rato, pero este no es el caso de la Karina Carsolio, quien desde muy pequeña lleva este sentimiento en la sangre.

La deportista mexicana comenzó a querer a la naturaleza debido a que sus padres se “criaron en la montaña”, en parte por Carlos Carsolio, su padre, quien fue uno de los mejores alpinistas de México; sin embargo, ella desarrolló este cariño por su propia cuenta.

“Yo empecé realmente porque mi familia, desde que nací, es amante de la montaña, tengo la fortuna de que mis papás fueron alpinistas e incluso ellos se criaron en la montaña, entonces, el amor de la montaña me lo compartieron a mí y la forma más simple de acercarme a la montaña e independiente que pude encontrar fue corriendo en ella”, mencionó en entrevista para La Afición.

Aunque muchos pensarían que fue su padre quien la impulsó a practicar algún deporte relacionado con la montaña, no fue así, ya que Carlos Carsolio sabía el riesgo que significaba que uno de sus hijos practicara esta disciplina.

“No fue una cuestión de yo decidirlo, sino que la vida me fue llevando por ese camino, a diferencia de lo que luego muchos me dicen ‘tú seguro te enseñaron todo en la montaña’, mi papá nunca quiso que nosotros – sus hijos – hiciéramos montaña por el riesgo que implica el alpinismo, que es uno de los deportes con más índice de mortalidad”, expresó.

Karina siempre ha sido una persona que le “ha gustado el deporte y estar sola”, elementos que se mezclan cuando estás en la montaña, fue a partir de ahí que nació su pasión por correr en estos lugares; su primer contacto con el mountain running fue en el Iztaccíhuatl, donde fue “por mi propia cuenta”.

Sus inicios en el skyrunning 

Algo que realmente siempre fue la pasión de Karina fue la escalada en montaña, un deporte que practicó a los 14 años, pero se alejó un poco de esta disciplina ya que fue a estudiar la preparatoria a Canadá y al no tener con quien escalar decidió entrenar hockey.

Cuando regresó a la Ciudad de México comenzó a correr “como un medio de seguir haciendo deporte” y fue a partir de esta disciplina que llegó al skyrunning.

“Cuando regresé de Canadá a México, empecé a correr como un medio de seguir haciendo un tipo de deporte, ya el correr en bosque me llevó pronto a correr en montaña, y esto me llevó a practicar más skyrunning”, comentó.

Carsolio es una de las mexicanas más famosas del país que compiten a nivel internacional en skyrunning, pero ha sido en uno de sus lugares favoritos donde ha logrado destacar y esto fue en el Iztaccíhuatl, mejor conocida como la Triple Corona, sitio donde debutó.

“Empecé corriendo aquí en México, son pocas las carreras de montaña, el circuito más importante que hay, se llama la Triple Corona, son tres carreras en el Iztaccíhuatl (San Rafael, La Malinche y Paso de Cortés), ese fue mi debut, desde el principio me empezó a ir bien, en tiempos, pódiums, fue como mi acercamiento a la montaña”, agregó.

Harta del mundo comercial de las carreras

Karina Carsolio siempre le ha gustado la competencia sana, motivo por el cual prefiere hacer carreras en solitario, pues se siente harta “de este mundo comercial de las carreras, el qué dirán, el que me importe más tener un tiempo, un podio, que disfrutarlo, entonces empecé a darme cuenta de esa hipocresía del mundo de las carreras”.

Por este hartazgo fue que decidió “hacer récords de velocidad de ascenso y descenso de montañas, con la excusa de seguir en las montañas pero sin esa competencia sino como un récord personal contra mis propios límites”.

“La competencia es muy sana, cuando se da de forma positiva, pero lo que no me gusta es cuando lo hace por una causa, por una felicitación, por dinero, no debería ser el propósito de algo que te gusta”.

Planes para el 2019

Carsolio no ha hecho grandes planes para este nuevo año, ya que actualmente estudia medicina y en el 2019 comienza su servicio social, por lo que espera poder trabajar en una comunidad cerca de la 'Mujer dormida'.

“Depende, porque es el año de mi servicio social y debo estar un año en una comunidad, que yo espero que sea en las faldas del Iztaccíhuatl, porque los planes que tengo son planes de ascensos y descensos en la montaña para récords personales, quiero hacer récords desde Amecameca hasta cumbres del ‘Izta’ y de regreso, el del Pico de Orizaba y me gustaría ir al Mundial del skyrunning en Italia”.