A pesar de las cuatro victorias cosechadas hasta el momento, España volvía a empezar en el Mundial de Alemania y Dinamarca. En el último encuentro de la primera fase, Croacia, la que dejó sin medallas en Francia 2017, para decidirse el liderato y medir si todo lo que había crecido el conjunto nacional en esta semana era suficiente para observar con esperanzas hacia el horizonte de las medallas. Y España comprobó que falta un poco más.
Primera derrota del Mundial y deberes para esta segunda fase que se complica porque se pasa con solo dos puntos y casi obliga a ganarlo todo a partir de ahora para alcanzar las semifinales: Francia, mañana; Brasil, el lunes 21, y Alemania, el día 23.
Quería España liberarse de esa mala dinámica de comenzar con demasiados aprietos por falta de efectividad. Ante Croacia ya no se podía dudar ni esperar a la reacción que, por el momento, siempre se ha logrado porque ni Japón, ni Bahréin ni Macedonia ni Islandia tenían la envergadura de los croatas. Así, los primeros minutos estuvieron marcados por mucha intensidad en defensa, los blocajes de Gedeón Guardiola, varias recuperaciones, la zurda de Álex Dujshebaev, la soltura de Ferrán Solé, el cerebro de Raúl Entrerríos..., una muy buena práctica que, sin embargo, no duró más del primer cuarto.
Los croatas salieron revolucionados y más acertados con un Zeljko Musa enorme en el pivote y las algarabías ilegibles de Luka Cindric. La línea defensiva frenó el empuje español casi por encima del límite legal y Marin Sego paró por encima de las posibilidades. Otra vez.
Atrapado Julen Aginagalde entre sus férreos defensores, España se atascó en esa maraña de brazos, no puedo conectar con los extremos y volvió a palidecer cuando intentaba el lanzamiento desde los seis metros. A la desconexión quiso ponerle freno Jordi Ribera con tiempo muerto, pero no surtió el efecto deseado. Al contrario, tres errores consecutivos permitieron a Croacia hacerse dueña del partido con un parcial de 0-5. A España se le atragantó la muy buen formada defensa 5:1 que trazó Lino Cervar y a la que añadió los ataques 7 contra 6 cuando ya la herida estaba abierta. Esta vez, ni siquiera el buen hacer de Rodrigo Corrales ayudó a cerrar la hemorragia. Tres por detrás al descanso.
Sin soluciones
Ribera incluyó aire fresco en la segunda parte: Aleix Gómez, Dani Sarmiento, Adriá Figueras, Aitor Ariño, Eduardo Gurbindo, Pérez de Vargas... Pero, a pesar de los intentos por un ala y por la otra, desde lejos o con el pivote, de contragolpes o a puerta vacía, no se consiguió disminuir la desventaja. Luka Stepancic y Musa aumentaban sus cuentas y a España le costaba un mundo lanzar a portería. Incluso cuando lo lograba, estos se quedaron pegados a la madera o en las manos de los porteros croatas. Como muestra de esta niebla mental, Solé falló sus primeros intentos de gol después de acumular en este Mundial un acierto del cien por cien. Detalles.
España suma su primera derrota para entender que hay que subir el nivel. Que hay base de buen juego, como siempre, pero falta de acierto, como nunca. El viernes disfrutará de un día para recuperarse y alimentar la confianza en su estilo y en sus posibilidades. Para dejar este encuentro ante Croacia en solo un error. Ahora sí, ya no están permitidos. El gol tiene que entrar.
