Las empresas, con un ojo puesto en las previsiones
Las medidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado perjudicarán a la economía española más de lo que el Gobierno prevé. Para empezar, el Ejecutivo estima un crecimiento del 2,3% para 2019, pero la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) lo ha rebajado una décima. Asímismo, en lo que afecta a las empresas, las exportaciones de bienes y servicios sufrirán «una fuerte desaceleración» en la que jugará un aspecto fundamental la incertidumbre internacional, como la guerra comercial, las tensiones con Italia, el Brexit o el conflicto con los chalecos amarillos en Francia, según apunta el director de coyuntura y análisis internacional de Funcas, Raymond Torres.
Bien apunta Javier Morillas cuando dice que las medidas incluidas en los PGE, que gravan a las empresas, provocará que estas exporten menos e importen más. Les costará más producir en España, así que la tendencia de los últimos años, en los que cosechábamos un superávit externo, podría revertirse totalmente. De hecho, según Funcas su crecimiento se reducirá hasta el 0,8% en 2019 y para el 2021 espera que el ritmo de aumento haya bajado hasta el 0,5%. Por su parte, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha declarado que en el periodo 2019-2021 se podría dar «un desequilibrio» entre el sector exterior y el interior porque el primero de ellos está «amenazado». Así, desde Funcas advierten de que «todas las recesiones anteriores han venido precedidas por un fuerte deterioro de las cuentas externas». Y como confiesa Javier Santacruz, la recesión llegará en 2020.
Precisamente, los datos son cada vez más negativos porque el ciclo de crecimiento se está agotando y el conjunto de la economía se está resintiendo. De hecho, no tardará en contraerse. El economista de la Think Thank Civismo, Javier Santacruz opina que «en el tercer o cuarto trimestre de 2020 las economías desarrolladas entrarán en recesión», y deberemos estar preparado para ello. Por eso, a Pedro Sánchez se le achaca que haya decidido aumentar el gasto y no amortizar más deuda para que sea lo más reducida posible cuando lleguen tiempos peores. El catedrático de Economía de la Universidad CEU San Pablo, Javier Morillas, destaca que «la amortización de la deuda es clave si queremos asentar la recuperación y tener un colchón para la próxima crisis que venga, que vendrá».