Bautizan premio cultural en Galicia en honor a Gerardo Moscoso
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El doctor de profesión y director de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma de Coahuila, Gerardo Moscoso Caamaño, recientemente viajó con invitación del ayuntamiento de Poio, situado en la comarca del Salnés, en pleno corazón de las Rías Baixas gallegas, para ofrecer una serie de conferencias sobre música, teatro y movimientos sociales.
Cultura y arte fueron fusionadas en su participación, pues además al doctor, o al dramaturgo, se le reconoció una trayectoria musical que dejó una huella en tres discos grabados en lengua gallega, que le enseñó su madre desde la cuna, pues aunque nació en México, reconoce que su vida ha estado definida por el movimiento que genera la migración.
MARCADO POR LA MIGRACIÓN
Así sin más apunta que durante su infancia en México fue tachado por sus compañeros como gachupín, y en su pubertad y juventud llevó en apelativo de "El Meji".
Ahora en la madurez de su vida asevera tajante que, “Ni gachupín ni Meji pues su definición es de gallego”.
“Me llega la invitación para dar una serie de conferencias en Galicia a propósito de los cincuenta años del movimiento estudiantil en Santiago de Compostela. En ese tiempo, 1968, estudiaba cuarto de medicina".
“Me faltaban dos años para terminar la carrera en España pero también fue la primera vez que se tomó una Universidad, en este caso la Facultad de Medicina en la época de la dictadura, antes del mayo francés, fue en abril y se tomó también la Facultad de Filosofía y Letras. Y entonces se decide hacer un recital de la canción en lengua gallega al que me invitan”.
La expresión en vasco, gallego y catalán era severamente castigada y Moscoso Caamaño apunta que Galicia, siendo el fin de la tierra, conocida por los romanos como Finisterre, era la tierra de su madre, en tanto que su padre nació en Santiago de Compostela.
“Yo recuperé la lengua, el idioma porque mi mamá me cantaba en gallego, cantábamos canciones gallegas aquí en Torreón y yo llegó a los 17 años a Santiago a estudiar, revalidé la prepa, fue un calvario la convalidación porque hablando de no intervención, con lo que pasa con Nicolás Maduro, resulta que Lázaro Cárdenas nunca reconoció al dictador y no reconocieron a la dictadura en 43 años”.
Moscoso explica que hasta formulada la constitución de 1978, el gobierno mexicano envía un año más tarde un embajador en España, encarnado en la persona de Gustavo Díaz Ordaz, quien asumió la presidencia de México el primero de diciembre de 1964 y ha sido reconocido por la historia como un genocida, al reprimir el movimiento estudiantil de 1968.
PERSEGUIDO
“Yo nunca me he considerado cantante ni compositor ni nada. Todo ha sido circunstancial en mi vida. Desde muy pequeño me ha tocado ser un tipo que lucha. Primero para que me aceptaran en una época donde ser homosexual era ser no sólo blanco de chistes porque en la época de Franco te metían en la Ley de Peligrosidad Social y te separaban por eso aparte de ficharte”.
Su herencia estaba dividida políticamente y la casa de su madre tenía un perfil republicano. Así recuerda que fue fusilado su tío Amancio, en tanto que otros dos tíos duraron ocho años con pena de ejecución. Su padre en tanto era el hijo de un guardia civil y precisa, emigró igual que el abuelo del 'Peje', casi en la misma época, a Cuba cuando tenía catorce años, casi analfabeto.
“Me ha tocado conocer lo que es la emigración a América y soy producto de ella pero también en el exilio cuando tuve que huir en 1972, ya siendo médico especialista. Primero a Francia y luego a Ginebra, Suiza".
A medio siglo de la edición de su primer disco, Gerardo Moscoso voltea al pasado para recordar sus filias y sus fobias. Su perfil lo hizo militante de izquierda y abrazó lo que llama una lengua proletaria porque le resultó un arma de denuncia.
Firmó contrato con Edixa obsequiando las regalías. Hoy en día se siguen comercializando en territorios cibernéticos, incluso renovados con orquestación.
Lidia Salgueiro recientemente le envió un correo en gallego anunciándole que desde el ayuntamiento de Poio trabajan en el encuentro de dramaturgia que celebrarán este año. Y para esta edición, le anunció, deseaban incorporar el premio a la mejor presentación. Hecho que es ya una realidad.
“La importancia de su carrera personal y profesional, vinculada al mundo de las artes, es el motivo por el cual la entidad quiere rendirle homenaje, dándole a este premio su nombre, es decir, Poio Escena 2019, Premio Xerardo Moscoso a la mejor interpretación teatral” .