Enfermo el 'Cañón de Fernández', principal riñón de La Laguna
Cobijado por los cerros desérticos de la Sierra del Rosario, el humedal del Cañón de Fernández pero sobre todo ante un profundo desorden y divorcio por los habitantes de la Región Lagunera, principales beneficiados de los fundamentales servicios ambientales que proporciona.
Cabe mencionar que es la principal recarga permanente del acuífero y riñón de las ciudades laguneras tanto por la parte de Durango como de Coahuila.
El Parque Estatal Cañón de Fernández fue declarado Área Natural Protegida (ANP) en el 2004 y en su superficie de 17 mil hectáreas, tres ecosistemas se formaron, semejante a un capricho de la naturaleza, tan contrastantes que pareciera un escenario onírico, entre la diversidad de plantas y animales correspondientes al semidesierto chihuahuense frente a las maravillas naturales correspondientes al humedal y al cuerpo de agua dulce.
El humedal ripario en 2008 fue declarado como sitio Ramsar que determinó el 2 de febrero como Día Mundial de los Humedales y su importancia radica en que gente de todo el mundo preocupada por estos ecosistemas, a través de un acuerdo compromete a los gobiernos, a las organizaciones civiles, instituciones educativas y a los beneficiarios, a implementar acciones para su conservación y protección.
Fundamental para La Laguna
Gladys Aguirre Balza, integrante de la organización Pro Defensa del Nazas, junto con otros ambientalistas e investigadores de diferentes universidades locales desde inicios del 2000, iniciaron con la lucha encaminada a obligar a los gobiernos a reconocer al Cañón de Fernández como fundamental en la vida de La Laguna.
En esta fecha se realizaron los primeros estudios, como el programa de manejo ambiental, elaborado por la Universidad Juárez del Estado de Durango a través de la Facultad de Agricultura y Zootecnia de la Escuela Superior de Biología concluido en 2003, que dio pauta para obtener la declaratoria como ANP aunque solamente de carácter estatal.
En el marco del Día Mundial de los Humedales, Aguirre Balza señaló que al ser el Cañón de Fernández un sitio Ramsar existen compromisos importantes, como conservar las condiciones originales del sitio, es decir que no haya afectación al humedal.
“El humedal son las franjas de tierra que se localizan al lado de un cuerpo de agua”.
Entre sus principales características es que en él, crece la vegetación asociada con el agua, árboles de más de mil 300 años como sabinos, ahuehuetes álamos, y muchas especies de zacates, pequeñas plantas de tréboles, del mismo carrizo, todo lo asociado y que depende de una cantidad agua en abundancia, totalmente contrastante a las del semidesierto que envuelve a la Región Lagunera.
Compromiso sin cumplir
Sin embargo, no todos los compromisos del Convenio Ramsar, (denominado así, por la ciudad en donde se firmó), se están cumpliendo, pues ha habido perturbaciones y cambios en el ecosistema.
Entre los principales que la asociación ha reconocido es la pérdida de 698 mil 89 hectáreas de bosque de galería en un periodo de 26 años, parte de la vegetación del humedal, lo cual representa más del 59 por ciento de su superficie.
Por otro lado, las concesiones que en años recientes alrededor de cinco se han traspasado, representa otro peligro, esto debido a que algunos propietarios han vulnerado la zona para el cultivo, o creación de espacios recreativos que alteran el ecosistema.
En la fragilidad del planeta tierra, el respeto por cada área natural, es fundamental, por eso para asociaciones ambientales es intolerable la instalación de cercas o rejas ajenos a estos lugares, que a su paso también se eliminan plantas o animales que dan paso al crecimiento y desarrollo en este ecosistema, así como la introducción por el humano de especies exóticas, que son aquellas que no duerman a estos lugares.
"Hay concesionarios que han limpiado todo lo demás, en donde se han quitado vegetación asociada al humedal, para hacer o construcciones o sembradíos, poniendo cercos, que interrumpe paso de la fauna, cuando hay acciones de ese tipo, están en contra del decreto que se firmó como sitio Ramsar”.
La extensión del humedal del Parque Estatal Cañón de Fernández, es de aproximadamente 35 kilómetros de forma lineal, y empieza en la presa Francisco Zarco y termina en su margen derecha antes del poblado de Sapioriz y en su margen izquierda en un lugar denominado La Posta.
Galdys Aguirre mencionó que mientras continúe ese divorcio de los laguneros con el Cañón de Fernández, permanecerán los factores adversos como el turismo desordenado y los cambios de uso de suelo.
Sobre todo este último que ha ocasionado la reducción del humedal y que fue origen de que se secara la Laguna del Mayrán por la construcción de las presas Lázaro Cárdenas del Río y Francisco Zarco y en años recientes por la Termoeléctrica de la CFE en Ciudad Villa Juárez, de Ciudad Lerdo.
El humedal un parteaguas
En un parteaguas se encuentra el humedal para Amorita Ivonne Salas-Westhphal, quien actualmente es punto focal de la Carta de la Tierra y quien asegura que en caso de continuar sin implementar esfuerzos importantes para su conservación, terminará desapareciendo.
“El humedal del Cañón de Fernández es el último punto de recarga en distancia, si el agua llega desde la Sierra Madre Occidental por la parte de Durango, este es el último punto en donde el agua está en paz y se resume o se filtra para que recargue el acuífero”.
Señaló que de la presa Francisco Zarco hacia la zona Metropolitana de La Laguna, representa el humedal que está en número rojos e impactado, pues en él se encuentran los niveles más altos de arsenicismo a consecuencia de la sobre extracción de agua, “de ahí la importancia del Cañón de Fernández”.
En relación a las dimensiones de lo que abarca el desierto chihuahuense, el humedal se asemeja a un cabello en una cancha de futbol, debido a esta fragilidad es necesario protegerlo, pero primero, urge el reconocimiento y conciencia de los propios ciudadanos.
En los últimos años a través de programas de carácter principalmente del gobierno estatal, las administraciones del ANP se han enfocado en la implementación de proyectos para involucrar a los pobladores de las comunidades cercanas al humedal como El Rosario, Santa Anita, Graseros, La Loma y 21 de Marzo, a apropiarse del sector para que también se esfuercen en las medidas de protección.
Aunque se han tenido avances, aún no se controlan las visitas de los ciudadanos de otras partes, quienes acuden sin un guía certificado por la Secretaría de Turismo, lo cual para Amorita Salas, es fundamental.
“Venir al Cañón de Fernández con una guía que explica de que se trata, porque está así, los usos y costumbres locales y la historia del lugar es lo más importante”, enfatizó.
Además entre estas acciones la también investigadora y catedrática de Ciencias Biológicas de la UJED, señaló que es necesario la reconversión productiva de las actividades agrícolas y ganaderas, principalmente las cercanas al ANP lo cual se puede ante un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Aunque aún no hay un estudio en donde señale las especies tanto de animales como vegetales que se han perdido en los últimos años, existen ejemplos de estudios como de los investigadores de la Facultad de Biología de la UJED, en particular Gabriel Cardoza y Fernando Alonso quienes han realizado trabajos interesantes en todo el Río Nazas y han identificando los peces que quedan.
También descubrieron que en años pasados se liberó el pez Carpa, porque se creía que ante su rápida reproducción, había más alimento para muchos fuentes de proteína y para otros ingresos.
Sin embargo no tenían conocimiento que estos peces vendrían a desplazar a los nativos, como el matalote, que se cuenta que era un muy grande, cuyo lugar preferido era las cuevas profundas a las orillas del Río Nazas, pero desde hace muchos años que no se observa este ejemplar.
Aves migratorias
En el estudio de la Convención Ramasar del 2015, destaca que los humedales están desapareciendo rápidamente y desde 1900 ha desaparecido el 64 por ciento o más de los humedales del planeta.
Estas pérdidas también atentan contra las aves migratorias de todo el planeta tierra, como en el caso de las que llegan al Humedal del Cañón de Fernández tanto en la época de inverno como de verano.
A través del país hay tres vías migratorias principales, una por el Océano Pacífico, la otra por el Golfo de México y la central, en donde se encuentra esta línea de agua, que es un descanso satisfactorio para aves que llegan luego de miles de kilómetros de vuelo.
Para los amantes de la observación de aves, en este lugar se han visto una cantidad de especies que pocos en el mundo han tenido la oportunidad de contemplar, entre las cuales se encuentran; patos canadienses, águilas de cola roja, gris, así como la pescadora, que son imponentes al contemplar en su esplendor el paisaje.