«Estamos esculpiendo la mente todos los días»

Pepe Monserrate (Madrid, 1973) ha cambiado el cincel por la pluma. Reconocido a nivel internacional por su trabajo en la escultura contemporánea, en la que el Mediterráneo la baña de sal y carisma, ahora se embarca en un nuevo proyecto. «Elevate» no es un libro ni un manual, sino una herramienta, un cuaderno de crecimiento personal. La apuesta por la mejora le ha llevado a plasmar por escrito su proceso, el cual ha querido compartir. Atiende a LA RAZÓN Comunitat Valenciana escasos días después de su publicación. A diferencia de sus esculturas, este cuaderno está diseñado para llevarlo bajo el brazo todo el día, como él hace orgulloso. La primera pregunta brota de forma automática:

-¿La mente se puede esculpir?

-Estoy convencidísimo de que sí. Pienso que la estamos esculpiendo todos los días con el principal activo que tenemos, que es nuestra atención.

-«Elevate» es un cuaderno en el que el lector debe ir anotando sus reflexiones. ¿Escribir afianza el compromiso?

-El autor de la herramienta es cada uno. Yo intenté no aparecer en la portada. Es una herramienta que puede ser para toda la vida. Invito a que se escriba a lápiz, ya que todo cambia y evoluciona.

-¿Realmente todo depende de nosotros?

-Todo no depende de nosotros.Hay situaciones externas sobre las que no tenemos control. Sobre el resto, sí. Podemos transformar muchas cosas. Yo esto no lo considero un libro. Los libros se guardan, y yo invito al uso diario de esta herramienta. Es también una compilación de las mejores teorías de psicólogos y estudios científicos y que a mí me han ayudado a lo largo de mi vida.

-¿Este formato de cuaderno es una evolución del concepto de libro de autoayuda?

-Sí. Es una herramienta personal.La evolución es el hecho de aferrarte a algo, de tener que usarlo todos los días. Una herramienta de recuerdo, para tener algo a lo que agarrarte durante el proceso de transformación. Va un paso más allá. A mí me ha funcionado y por eso lo quiero compartir.

-El diseño físico del libro es muy simple y conceptual, muy cuidado.

-Es parte del origen. Yo quería un cuaderno de notas. Es imprescindible que se recuerde muchas veces al día sobre lo que se está trabajando. Quería que apeteciera llevarlo encima.

-Quizá ya no tanto, pero antes costaba ir por la calle con un libro de autoayuda en mano.

-El mundo está evolucionando mucho. Este tipo de libros siempre se ha visto como algo esotérico. ¿Qué es esto de mirarnos a nosotros mismos? Gracias a Dios esto está evolucionando muy rápido. Antes uno acudía a la psicología cuando se escacharraba y había algo que arreglar. Esto es cerebral, no esotérico. No conocer el cerebro te pone en situación de desventaja.

-Este es el primer libro que conozco que funcione con una aplicación para móviles.

- La aplicación trata de ser un complemento. Paradójicamente, el libro intenta volver al mundo físico, pero siempre llevamos con nosotros el móvil.En algún viaje donde no tengamos el cuaderno, la aplicación puede ayudar a completar la metodología que propongo en el libro. Se pueden incluir fotos de tu galería y todo.

-Se fomenta mucho en el cuaderno la gratitud. ¿La mejora personal comienza con el reconocimiento de todo aquello bueno que ya tenemos?

-Totalmente. El mayor mal de la sociedad actual es no reconocer el bien.

-¿Feliz por la acogida que está recibiendo «Elevate»?

-Está teniendo un recibimiento excepcional. Casi todo el mundo me ha hablado del formato. Gusta muchísimo. Algún psicólogo me ha dado la enhorabuena, y eso me ha reforzado. Me han comentado que inmediatamente lo iban a recomendar a sus pacientes. Despierta curiosidad en la gente. Siempre se quiere saber un poco más.

-Por ello, y aunque quizá sea pronto para valorarlo, ¿seguirá profundizando en este tipo de publicaciones y herramientas?

-Jamás me había planteado esto y surgió por una necesidad de compartir algo. Me ha picado bastante el gusanillo. He profundizado mucho a lo largo de mi vida, y creo que esto solo ha sido la punta del iceberg de lo que puedo publicar. Es un mundo muy bonito. Esto es como mis esculturas: al fin y al cabo creo herramientas de transformación personal y social.