Mientras más de 200.000 personas se manifestaban el pasado domingo en la madrileña plaza de Colón pidiendo la dimisión de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno pasaba el día en Santander en un mitin socialista. Para actos como éste, donde puede prescindir del traje de chaqueta, Sánchez siempre viste de una forma informal. En este caso optó por una cazadora azul marino con bolsillos, distinta a la bomber estilo «Perfecto», que la experta en moda de esta casa, María Luisa Funes, ya analizó en 2015. Y es que, el armario casual de Sánchez ha ido variando desde que comenzó en el mundo de la política. Tanto es así que, desde que se instaló en La Moncloa hace 253 días, han sido escasas las ocasiones en las que ha recurrido a la «chupa» de cuero marrón de Massimo Dutti de 199 euros que popularizó en mayo de 2017, durante la campaña de aquellas primarias que supusieron su vuelta a Ferraz.
Si a aquella cazadora de cuero quiso asociar entonces la imagen del nuevo PSOE, Sánchez ha dado una vuelta a su armario desde que ocupa la presidencia del gobierno, para alejarse de esa faceta cercana y juvenil por otra, también juvenil pero más formal. Durante sus últimas apariciones públicas que han requerido un «look» informal, al líder del PSOE se le ha podido ver con americanas de lino y cazadoras de lona o vaqueras en colores neutros, primando los azules y la gama de los verdes y amarillos.
Aunque realmente Sánchez se siente cómodo sin cazadoras ni jerséis, con una simple camisa blanca, azul o a cuadros blancos y rojos. Unos básicos a los que seguro que recurrirá en cuanto pase el frío. Serán sus «must» para la campaña de las próximas elecciones.
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Si a aquella cazadora de cuero quiso asociar entonces la imagen del nuevo PSOE, Sánchez ha dado una vuelta a su armario desde que ocupa la presidencia del gobierno, para alejarse de esa faceta cercana y juvenil por otra, también juvenil pero más formal. Durante sus últimas apariciones públicas que han requerido un «look» informal, al líder del PSOE se le ha podido ver con americanas de lino y cazadoras de lona o vaqueras en colores neutros, primando los azules y la gama de los verdes y amarillos.
Aunque realmente Sánchez se siente cómodo sin cazadoras ni jerséis, con una simple camisa blanca, azul o a cuadros blancos y rojos. Unos básicos a los que seguro que recurrirá en cuanto pase el frío. Serán sus «must» para la campaña de las próximas elecciones.