El Real Madrid declara la guerra a la ACB y los árbitros
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El enojo del club blanco comenzó en la misma pista del WiZink Center y fue creciendo a medida que se conocían más detalles de lo ocurrido en los últimos segundos. El propio Florentino Pérez, acompañado por José Ángel Sánchez –director general, su mano derecha en el Real Madrid– y por Juan Carlos Sánchez Lázaro –director de la sección de baloncesto–, bajó a las entrañas del pabellón para ver de primera mano las imágenes de la polémica. Fue entonces cuando el presidente madridista comprendió la verdadera dimensión de lo que había pasado y exigió a la ACB una respuesta a la altura.
Fue Sánchez Lázaro el que hizo público el enfado madridista ante las cámaras y el que mandó el encargo a la ACB. Los blancos demandaron una explicación oficial en la que se reconociera el fallo en la última jugada y al mismo tiempo exigieron mano dura con los colegiados. Una sanción ejemplar por haber errado en la jugada que le dio el título al Barcelona a pesar de contar con la ayuda del vídeo. Porque el Madrid entiende que ese error solo puede llegar porque no aplicaran bien la norma y eso implica una falta de profesionalidad que debería ser castigada de manera severa. «El Real Madrid por supuesto que comprende los errores humanos que se pueden producir en cualquier deporte, pero exige una respuesta clara a lo ocurrido con una jugada que es revisada por el trío arbitral en el instant replay, y cuya decisión sorprendentemente es contraria a lo que establece el reglamento, a pesar de la rotundidad de las imágenes televisivas a disposición de los árbitros y que todo el mundo ha podido ver», señaló el club en su página web.
Sin explicaciones
El malestar en el Real Madrid viene dado por la decisión, pero sobre todo por las formas. Creen que los 51 segundos que tardaron los árbitros en decantar la balanza del lado del Barcelona son insuficientes para un asunto de tanto calado. De hecho, los colegiados solo pidieron ver dos de las once cámaras que tenían disponibles para visualizar la jugada. En el equipo blanco creen que de haberse tomado la molestia de visionar todas las tomas, la decisión habría sido distinta ya que Randolph no comete tapón ilegal ante el tiro de Tomic.
Con todo, lo que peor sentó en el conjunto blanco fue la respuesta ofrecida por la liga y los colegiados después de una jornada frenética en los despachos, donde se sucedieron las reuniones para analizar los hechos. «Ante los comunicados de la ACB y de la AEBA, con respecto a lo ocurrido ayer en la final de la Copa del Rey, el Real Madrid quiere manifestar que las explicaciones y valoraciones emitidas en ambos comunicados son lamentables teniendo en cuenta la gravedad de lo sucedido», denunció el Madrid.
Se refería al texto que hizo público la ACB casi 24 horas después del infausto final. Un comunicado en el que, por primera vez en su historia, asumía los fallos en un partido, pero en el que no explicaba las razones por las que se produjeron. «Es evidente que han existido varios errores arbitrales graves al final del partido», reconocía Antonio Martín, presidente de la Asociación. Afirmación insuficiente para los blancos, que se mantienen firmes en su postura de exigir explicaciones y sanciones duras para los colegiados implicados.
La declaración genérica de la liga y la AEBA–muy similares ambas–, sin entrar a valorar cada acción, dejó insatisfecho al Madrid y le impulsó a emitir el duro comunicado contra la ausencia de explicaciones. «Ante la falta de respuestas concretas a esta incomprensible decisión de los árbitros, el Real Madrid seguirá estudiando las medidas y actuaciones a adoptar ante la enorme gravedad de los hechos acontecidos», explicó el club, que sigue firme en su plan de abandonar el campeonato doméstico si no llegan esas explicaciones y el castigo ejemplar de los tres colegiados. Un órdago en toda regla.
A la espera de la sanción
Este interés de desligarse de la ACB no es nuevo en el Madrid, que hace un año y medio ya amenazó –junto a Barcelona, Baskonia y Unicaja– con marcharse de la liga si se ampliaba el número de partidos. Entonces, las aguas volvieron a su cauce, pero ese viejo anhelo está de nuevo sobre la mesa.
Por el momento, los blancos guardarán silencio a la espera de lo que ocurra en los próximos días. Expectantes por ver si la ACB mueve ficha con un posible castigo arbitral.
Los tres implicados (García González, Pérez Pérez y Jiménez Trujillo) están hundidos por haber obrado mal en esos últimos segundos. Con el paso de los minutos se dieron cuenta de que podían haber hecho más para impartir justicia, pero ya era tarde. La ACB, que a lo largo de todo el día de ayer publicó varios vídeos de la jugada final en una búsqueda de transparencia sin precedentes, analizó la situación con Francisco Monjas y tomará una decisión en los próximos días. El director de arbitraje de la liga podría ser uno de los damnificados, pues su figura lleva tiempo en entredicho.
En función de esa sanción, el Real Madrid continuará o no con la hoja de ruta marcada en las últimas horas. Si no llegan las explicaciones oportunas y se pasa por alto el castigo a los tres colegiados, activará el plan para abandonar la ACB
. Primero, consultando a sus socios sobre ese extremo, y en caso de respuesta afirmativa solicitando a la Liga su baja del campeonato. Un extremo que podría acarrear problemas con la Euroliga, que en sus Estatutos exige la disputa de una Liga doméstica para participar en el torneo. Sea como sea, lo cierto es que el órdago sigue en pie y que la ACB debe mover ficha para resolver el problema.