Historias de corrupción cotidiana
El Centro Eugenio Garza Sada fue el escenario donde el Consejo Cívico de Instituciones de Nuevo León presentó el libro: Historias de corrupción cotidiana. Un estudio antropológico de la corrupción ordinaria en Nuevo León, como parte de su estrategia para “desnormalizar la corrupción” que aqueja a la sociedad regiomontana.
El objetivo del Consejo no es menor, debido a que, como se afirma en el libro, “los actos de corrupción ordinaria se ubican en zonas grises en donde las prácticas que llevan a cabo los actores sociales no necesariamente se clasifican tajantemente como corrupción. Son prácticas en las que los participantes no distinguen fácilmente entre lo que es una propina o un regalo de lo que es un soborno o una extorsión, a veces tampoco distinguen entre hacer uso indebido de bienes públicos y prestar un servicio personalizado”.
Las casi 50 historias recogidas en el texto, más allá de lo sorprendentemente entretenidas que son, pienso, tienen cinco funciones muy claras en el conjunto de la obra:
a) Exhiben y delinean la anatomía de la corrupción;
b) nos ponen frente al espejo hasta posicionarnos en alguna de las 11 categorías de corrupción descritas;
c) reflejan el deslizamiento y disolución de nuestra responsabilidad cuando somos testigos de la corrupción, el desdén e indiferencia social hacia las consecuencias que generan los “pequeños actos corruptos”, así como la “normalización” de la corrupción como consecuencia de las circunstancias prevalecientes;
d) servir de mapa de carreteras para identificar y analizar algunas de las causas y consecuencias culturales de la corrupción;
e) delimitar un escenario inmediato al lector, que sirve para alcanzar conclusiones y propuestas realistas, que podrían servir como punto de partida para desactivar los mecanismos que hacen del soborno, extorsión, intercambio de favores, nepotismo, amiguismo, presión sobre los dictaminadores, aumento artificial de precios, manipulación de procesos, la malversación y el conflicto de interés, la “normalidad” de nuestro día a día.
Si le llamó la atención va una buena noticia: en los próximos días, el Consejo Cívico colgará en su portal el libro, para que usted lo descargue, lea y se rete a no reconocerse en alguna de las historias que ahí se narran.