Todos los días escuchas hablar sobre la violencia, el acoso y muchas cosas desagradables. Nos parece fácil juzgar, pero es importante conocer lo que pasa en sus cabecitas. Retomando el tema del acoso, que es un delito del que todos podemos ser víctimas, hemos decidido hablar un poco más de la mente de un acosador. […]
Todos los días escuchas hablar sobre la violencia, el acoso y muchas cosas desagradables. Nos parece fácil juzgar, pero es importante conocer lo que pasa en sus cabecitas. Retomando el tema del acoso, que es un delito del que todos podemos ser víctimas, hemos decidido hablar un poco más de la mente de un acosador.
No es un solo perfil
Podrías creer que el perfil de un acosador es único, pero la realidad es que su comportamiento puede variar. Quien realiza bullying, cyberbullying o “stalkea” también realiza un tipo de acoso. En mayor o menor medida, pero lo hacen. Todas estas personas se divierten con malicia, hostilidad o celos.
La mente de un acosador
La persona que se dedica a acosar puede ser psicótica o no. Esa división puede hacerse por los trastornos o desequilibrios mentales que presenten. Hay varias conductas que desatan esos comportamientos.
Depredador. Deja de vivir por espiar a su víctima. Está al pendiente de todo lo que hace y conoce a fondo cada uno de sus movimientos.
Enamorado. La persona que hace el acoso se convence de que su víctima es su alma gemela; el amor de su vida. Cree que no hay nadie más para él.
Pretendiente. Siente que cualquier persona con la que comparte gustos o afinidades es una posible pareja.
Rechazado. Surge cuando busca vengarse por haber sido rechazado.
Resentido. Busca asustar a su víctima por algo que haya pasado. La causa casi siempre es envidia o celos.
¿Puedo ser víctima?
En muchos casos es difícil reconocer cuando estamos siendo víctimas de un acosador. La mente de un acosador es compleja, pero inteligente. Ellos saben cómo desenvolverse en la sociedad, disimulando sus conductas de acosador. Contrario a lo que se piensa, tiene una vida que puede considerarse “normal”. Conforme se les conoce más a fondo, puede notarse que tienen desequilibrio emocional: baja autoestima, inseguridad o celos. Sufren cambios de humor drásticos.
Señales de acoso
Esa persona te manda mensajes o llamadas de manera insistente. Quiere hacerse parte de tu vida sin que tú le hayas invitado.
Notas que a cada lugar al que vas, encuentras a esa persona.
Busca condicionarte a su beneficio.
Cree que tiene derecho a decidir sobre tu vida sin que tú le hayas preguntado.
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