Brillo y multitudes antes de la incertidumbre meteorológica

El Martes Santo está resultando brillante desde el punto de vista cofrade y climatológico. Las buenas temperaturas propician una jornada en la que las cofradías se lucen en la mayoría de las ciudades y pueblos de Andalucía. En Sevilla, un sol de justicia ha sido testigo del gran estreno de la Semana Santa hispalense: el Nazareno de la Humildad, que se incorpora al cortejo de la hermandad del Cerro del Águila. Su autor, el imaginero Juan Manuel Miñarro, y el tallista que ha ejecutado el paso, Francis Verdugo, no han podido contener la emoción a la salida de la cofradía, a la que ha asistido también, como viene siendo habitual, la pregonera Charo Padilla. El barrio ha recibido al Nazareno con aplausos, al igual que al Cristo del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores. Nada más llegar al centro, en la calle San Fernando, un hermano se subió al paso para ajustar el hombro del Nazareno, que era subido previamente a pulso. La jornada recupera el sentido habitual en la carrera oficial, desde la Campana hasta la Catedral, una medida que no fue acogida con agrado por las hermandades. Los cofrades apuran un día muy cálido antes de la incertidumbre meteorológica que se espera para el Miércoles Santo. En Málaga, el fervor se concentra en torno a las hermandades del Rocío, las Penas, Nueva Esperanza, el Rescate, la Sentencia y la Estrella, con no pocas protestas por parte de los abonados del recorrido oficial. De hecho, muchos de ellos han llegado a mostrar su descontento encendiendo sus teléfonos móviles. La Virgen de las Penas, nuevamente, deja estampas coloristas con su manto de flores naturales. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, continúa con su particular agenda cofrade, esta vez en Córdoba. Allí asistió a las salidas de la Agonía y del Prendimiento, además de estar presente en el palco de autoridades de la carrera oficial. Precisamente, el Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado por primera vez una línea de ayudas para la conservación del patrimonio histórico y artístico de las cofradías, que asciende a 500.000 euros.