La magia del Aviario Lira te lleva a otro mundo
En La Laguna no hay algún zoológico pero existe un lugar que reúne características similares, al contar con 97 especies de aves y 2 mil 516 ejemplares provenientes de toda la república, incluso desde otras partes del mundo, se trata del Aviario Lira de Torreón.
Ahí cada día más desde hace 20 años se expande con nuevos integrantes, con especies incluso en peligro de extinción, pero siempre con el beneficio de tener a cuidadores quien los atienda, alimenta, cure y ayude a preservarlos.
La directora, Yolanda Lira Valles, describe a este mágico lugar abierto desde hace tres años, donde el sonido de las aves resulta de lo más terapéutico para sus visitantes, que se deleitan con una unión de colores único en el mundo en los residentes de este hogar, con matices y formas que parecieran pintadas a mano.
“Tengo cuatro hijos y 2 mil 516 ejemplares, que es el ‘Arca de Noé’ cargada en la espalda, pero no me rajo, son parte de mi vida y amo a cada integrante de esta familia”, comparte.
También hay mamíferos colgantes
Desde temprana hora el Aviario Lira abre sus puertas para dejar que las familias laguneras y foráneas vean de cerca a las aves que en la región no se acostumbran, tanto voladoras como no voladoras, desde tucanes, cacatúas y guacamayas, como no voladoras como gallinas asiáticas, avestruces y pavorreales.
El deleite del color, los aleteos y los cantos de las aves, el aroma a campo y a frutas, las risas y el asombro de los rostros de los niños, es algo de lo mucho que genera este sitio en sus asistentes.
Pero no solo es un sitio con emplumados, sino que ahí habitan unos mamíferos colgantes, monos, changos, simios o como se les conozca a estos primates, que agregan una chispa de simpatía a los visitantes al aviario.
En el Aviario Lira hay monos ardilla, lémures, conocidos por la película de Madagascar, además de varios monos brasileños Tití, uno de los cuales, aún sigue con vida y ha permanecido como uno de los primeros animales que empezó a cuidar Yolanda Lira, en su casa hace 20 años de nombre Junior.
A ellos se les acaba de unir, directamente desde las verdes tierras Nicaragua, un mono capuchino cabeza blanca, reconocidos por su habilidad mental de física.
Beneficios terapéuticos
“Después de ver los beneficios terapéuticos que me causaba, me dedique a coleccionar más gallinas, pavorreales y toda una recolección de aves en recorridos por toda la república pues decidí conseguir más aves para compartirla con niños con discapacidad. He comprobado que esto te sensibiliza y te hace lograr las cosas”.
Lo más complicado de reunir a tanta especie es aclimatar a cada una a este ambiente de la región, lo cual Yolanda Lira describe como todo un reto, sin embargo, de manera empírica ha sabido cómo lidiar con eso, “ave que traemos, ave que adaptamos y es ave que se queda”, dijo.
Entre las especies que están bajo la amenaza de extinción se encuentra el ‘pavo ocelado’, endémico de México, además de la ‘guacamaya militar’, ambas endémicas mexicanas que están bajo el resguardo del aviario en busca de su reproducción para su preservación.
“El objetivo principal de este proyecto es apoyar a la biodiversidad, buscamos apoyar a la reproducción para acrecentar el número de ejemplares por especie”, añadió la señora Lira.