Reiwa, el inicio de una era nipona
Dieron un vuelco los calendarios japoneses esta semana y, al pasar de abril a mayo, la nación nipona estrenó año nuevo: Reiwa 1, el primero para el emperador Naruhito, quien a partir de este mes ascendió al «Trono de Crisantemo».
Este 30 de abril el emperador Akihito abdicó a favor de su hijo luego de tres décadas como monarca y, según dicta la tradición del país, desde un mes antes se conocía el nombre de la nueva era, que se extenderá durante todo el reinado.
Así, como mismo desde 1989 se trataba de la era Heise, ahora es Reiwa, palabra que se compone de dos caracteres kanji, rei y wa, que significan bella y armonía, respectivamente, y que juntos se entienden como: «la cultura se nutrirá mientras las personas unan sus corazones en una bella manera», explicó un comunicado.
Japón, que heredó la grafía china para su idioma, importó también de allí este sistema que comenzó a aplicarse en el año 645, cuando el príncipe Naka no Oe y sus aliados destrozaron al poderoso clan Soga y comenzaron a consolidar una nación centralizada en torno a la figura del soberano.
El país divide su tiempo según el reinado de sus emperadores y aunque adoptó el calendario gregoriano en 1868, en el momento de la abolición del régimen del shogun y el retorno de la figura del emperador, ha mantenido su sistema de eras y hace coexistir ambos. Las eras son también, por ejemplo, la base del sistema de su calendario, por lo que 2018 será recordado como el año Heisei 30 y Akihito es ya el emperador Heisei.
Se trata por igual de un sentimiento cultural y nacional que los japoneses sienten atado a cada época, de la misma manera que en otros países creamos nombres para circunscribir una etapa.
La designación debe seguir reglas específicas: el nombre de una era debe estar compuesto solo por dos kanjis, ser fácil de leer y escribir, y no debe emplear ni nombres comunes ni el primer carácter de ninguna de las últimas cuatro eras.
La primera de las 248 eras imperiales que ha contabilizado el país del sol naciente hasta ahora fue la Taika; no obstante existe un número menor de emperadores, pues en la antigüedad era posible cambiar el nombre si ocurría algún acontecimiento significativo.
En la etapa moderna, Japón ha vivido ya cuatro eras: la Meiji, o gobierno iluminado (1868-1912); la Taisho, gran legitimidad (1912-1926); Showa, paz y armonía —la de Naruhito repetirá uno de los caracteres de la era de su abuelo Hirohito, el carácter wa o armonía—, entre 1926 y 1989; y la que recién concluyó, Heisei o logro de la paz.
Pero Reiwa adquiere una connotación especial, ya que el nombre aparece citado por primera vez en la literatura nacional, específicamente en la colección más antigua de poemas de Japón, Manyo-shu, una antología de 1 200 años de antigüedad. Por primera vez la referencia no proviene de textos de la literatura china, un elemento al que algunos —mal intencionados o no— han querido brindarle un valor político.
También es la primera vez en 200 años que inicia no por la muerte del antecesor, sino porque abdicó el trono. La voluntad de Akihito al respecto se conoció en agosto de 2016, cuando anunció su decisión al considerar que su salud no le permitía cumplir sus funciones con la energía debida. Para poder entregar el título real el Parlamento nipón tuvo que aprobar una legislación especial, pues la posibilidad de renunciar no estaba prevista en la ley sobre la Casa Imperial.
Para los japoneses, esta es una etapa de esperanza, un cambio de ánimo para el país.