Comienza el juicio contra Cristina Fernández por corrupción
Poco antes de las 11 de la mañana, la llamada “Señora K” se sentó en el banquillo de los acusados. La causa, conocida como Vialidad, juzga a la exmandataria por presuntos hechos de corrupción.
El juicio, que ha levantado mucha expectación por la implicación de una ex gobernante, no es la excepción en un país que se ha acostumbrado a esta norma de judicialización.
“Todos los presidentes que han salido del Ejecutivo en Argentina, incluido Raúl Alfonsín, tuvieron los juicios que enfrentaron después de haber salido. El juicio de Carlos Menem que terminó con condena y fue después excarcelado y quedó probatoria. El último juicio contra Fernando de la Rúa se terminó hace tan sólo unos meses. Así que la judicialización de expresidentes son la norma no la excepción”, recordó Ernesto Calvo, politólogo por la universidad de Maryland
“Es un juicio importante no solamente porque es un ex mandatario sino también porque es la candidata a vicepresidente del partido que se espera gane las elecciones”, agregó.
“El realidad Cristina Fernández ha estado judicializada casi desde que terminó su administración, con lo cual creo que, en este momento, hay poco que cambie las intenciones de voto. Desde el punto de vista electoral no hay mucha diferencia”, opinó el politólogo.
Ernesto Calvo va mucho más allá con la lectura de este juicio, estima que la causa Vialidad será clave en el devenir de la justicia argentina, donde asegura existe un gran fraccionalismo desde hace años.
“El juicio es problemático, porque en realidad cualquier decisión judicial que se tome va a ser muy controversial: el árbol del cual han recabado la información está envenenado, con lo cual muchas de las cosas que están siendo llevadas a juicio son complicadas judicialmente de sostener. La percepción en Argentina es que va a ser un juicio que va a ser político, no importa si hay definición o no de prisión cuando termine el juicio. Este juicio no va a exonerar a Cristina y tampoco la va a encontrar culpable porque el grado de politización de la Justicia hace que haya muy pocas personas que consideren que este juicio es realizado de forma independiente. Eso va más allá de cómo se realiza el juicio”, concluyó.
En todo caso y pase lo que pase en la deliberación final, la presencia en este juicio de Cristina Fernández, de 66 años, vuelve a dividir la opinión en la sociedad argentina.
“Sus fueros como senadora impiden que Kirchner vaya presa, aunque puede ser enjuiciada. Existe en su contra cinco pedidos de detención preventiva”, recordó el politólogo de la universidad de Buenos Aires y en la Universidad Di Tella, Nicolás Cereijo.
“La verdad es que es un juicio que encuentra dividida a la población. Hay un sector de la población que reclamaba hace tiempo el juicio a la ex presidenta y otro sector de la población que lo considera más bien que tiene un tinte de persecución política”, apuntó.
Cabe recordar que Cristina Kirchner puede eximirse de declarar ya que es actual senadora.
“Está la cuestión de los fueros. La cuestión acá es que en anteriores casos donde una figura pública fue denunciada o presuntamente inculpada con algo, la media que tomó fue renunciar a sus fueros para que pueda ser efectivamente investigada. En tal caso es famoso el de Eduardo Angeloz, candidato a presidente, que en su época de diputado había sido presuntamente investigado por temas de corrupción; él renunció a sus fueros y nunca fue a juicio. Se supone que esta idea de renunciar a los fueros es decir ‘investíguenme, no tengo nada que ocultar’ y Cristina nunca quiso renunciar a sus fueros. Eso es un tema que los sectores antikirchneristas lo ven como que es en el fondo no quiere renunciar por temor a ser juzgada”.
Sus fueros como senadora impiden que Kirchner vaya presa, aunque puede ser enjuiciada. Existe en su contra cinco pedidos de detención preventiva.