Sin brillo, no gusta - El Nuevo Diario
Una pizarra por 4-1 certifica una goleada, pero a veces eso no es cierto. No cuando un equipo, sin jugar bien, mostrándose vulnerable como el Barcelona, se siente protegido por la suerte, en tanto la fatalidad clava sus colmillos en un adversario, el Roma, que tampoco lució bien, pero que entre la irregularidad de su accionar, no se vio tan distante para ser condenado por esa drástica diferencia, que lo obliga a imponerse 3-0 como local, para eliminar al equipo azulgrana por el gol de Dzeko en patio ajeno. Читать дальше...