Fiesta, orgullo y prejuicio
Ni los miles visitantes que acuden a Pamplona estos días van precisamente a rezarle a San Fermín -no hay más que verlos, con el misal en la mano-, ni los turistas que, también por miles, recalan este fin de semana en el centro de Madrid lo hacen para manifestarse por los derechos y la visibilidad de una minoría transexual. El proceso de desacralización de las fiestas de origen religioso tiene su réplica -aún más acelerada, a la velocidad de una carrera de tacones por la calle de Pelayo- en todas... Читать дальше...