Si
Neil Armstrong
hubiese tenido un problema en su histórico viaje a la Luna, no habría sido Houston el primero en enterarse. La NASA, que impulsó la misión Apolo 11 para enviar a un hombre al satélite de la Tierra, le ganó la carrera a los soviéticos, pero no fue quien escuchó antes que nadie la famosa frase del astronauta, «Eagle has landed», ni tampoco la que pronunció el comandante desde suelo lunar: «Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad». Los primeros en asistir al éxito del alunizaje... Читать дальше...