La obra de David Hockney «Portrait of an Artist (Pool With Two Figures)», de 1972, acaparó hoy todas las miradas en la subasta que celebró Christie's en Nueva York, donde rompió un récord al alcanzar los 90,3 millones de dólares, el precio más alto que se ha pagado por una pieza de un artista vivo.
El monto, en el que se incluyen tasas e impuestos, superó fácilmente en la subasta de arte contemporáneo la previa cifra histórica de 58,4 millones que se había pagado por uno de los «Balloon Dog» del estadounidense Jeff Koons en 2013. Читать дальше...