Magnífica desolación
Alguien determinó que el punto intermedio entre la ahora CdMx, Guanajuato y Washington, D.C. quedaba exactamente en Tequisquiapan, Querétaro, y allí se reunió mi familia cuevanense el 19 de julio de 1969, en un hotel llamado La Querencia que, para más señas, contaba con plaza de toros. Veníamos en coche desde Texas y llegamos directamente a la celebración de una novillada que a los ojos de la infancia parecía no más que un viaje palpable al pretérito de los caballeros andantes: los toreros vestidos con oros... Читать дальше...