Ya puestos, a Rafael Nadal le mueve ahora un reto factible, ilusionado con volver a ser el uno del mundo por mucho que se empeñe, y así lo ha hecho siempre, en demostrar que eso no es más que un número. Obviamente, lo que le mueven son los títulos, ampliar el museo que tiene en Manacor, coleccionar trofeos importantes para dar lustre a una carrera imponente. Pero ahí, a la vuelta de la esquina, tiene a Novak Djokovic, un líder obligado a defender un buen puñado de puntos de aquí a final de curso. Читать дальше...