Así tituló su autobiografía Ramón Gómez de la Serna, que era, como muchos años después lo sería Cela, un escritor de ocurrencias. E ingeniosa ocurrencia fue, en efecto, titular así, pisando los talones de la muerte, lo que debía haber sido un relato en pos de la vida. Cierto es que, en todos los procesos de ésta, también en el por lo general frustrado amor de las parejas, suele hablarse del “comienzo del fin” sin reparar en que el amor empieza a terminar cuando el amor comienza. No sé por qué... Читать дальше...