Édouard Louis sigue lamentándose
Puede que siempre haya sido así, que desde que la imagen se adueñó del marketing a los escritores no les compense maltratarse con su soledad para pergeñar buenos libros tanto como cultivar su pose de autor interesante. ¿Qué si no hizo Hunter S. Thompson, tan atractivo para inspirar películas basadas en sus locuras y cuya obra, sin embargo, ha envejecido tan mal? O William S. Burroughs. O Bukowski. O Knausgard. La lista de escritores torturados por las drogas, el alcohol o por su malditismo es abundante. Читать дальше...