Juegos de niños
El lenguaje corporal de Pedro Sánchez durante el debate presidencial del lunes era mucho más expresivo que el de sus palabras: cabizbajo. La mitad del tiempo se lo pasó mirando sus papeles y ni siquiera miraba a sus rivales al dirigirse a ellos. Que no estaba cómodo era evidente. La primera explicación es que no le están saliendo las cosas como había planeado y su candidatura, aunque sigue en cabeza, no acaba de arrancar. De ser así, sin embargo, está desperdiciando la mejor oportunidad siendo... Читать дальше...