El cataclismo económico 2008-2013 provocó un revolcón político en el mundo, con una eclosión de nuevos partidos y líderes, algunos populistas. Ahí medró Podemos (espoleado, además de por las brisas venezolanas, por el miope diseño televisivo sorayista, que metió a Iglesias en todos los platós para mermar al PSOE, sin percatarse de que al dejar al país sin una sola gran cadena conservadora iba a poner muy cuesta arriba el futuro retorno del PP al poder). A la recesión se sumó en España un segundo y enorme problema: la embestida independentista. Читать дальше...