Según el Miserere de Morricone
PUEDES repasar el catálogo infame de torturas con las que el hombre suele hacer barbaridades en nombre de no sé qué. Pero muy pocas tan dolorosas y brutales como la pena de destierro en un Domingo de Ramos. Si alguna vez la has padecido seguro que te dejó clavado el rejón de la desgracia en el costado. No es humano desconsolarte en el laberinto de las referencias perdidas, sin más norte que la melancolía, sin más certezas que saberte emigrado de las esquinas de tus afectos. Dejas de ser un ciudadano... Читать дальше...