Sin la máscara protectora, 22 días después de fracturarse la nariz en la primera jornada de la Eurocopa 2024 contra Austria, Kylian Mbappé tampoco esquivó la decepción en la fase final de Alemania, inconstante como en tantos otros duelos, desubicado, impreciso y nada decisivo, muy lejos de su nivel, eliminado del torneo como Antoine Griezmann, suplente de nuevo, en una situación desconocida desde hace diez años. No fue una cuestión de la máscara, tan entredicho en los últimos tiempos, por la incomodidad que sentía el fenómeno francés... Читать дальше...