Casi todos los titulares que leo sobre el debate entre Kamala Harris y Donald Trump destacan que ella lo sacó de quicio, que le hizo perder los papeles. Lo arrinconó, lo puso contra las cuerdas, lo enrabietó. Zasca, boom, toma que toma. Nada dicen de propuestas económicas o en materia de inmigración, de sanidad o educación. Lo más destacado del debate, o lo único, ha sido que logró exasperar a su oponente y que, descontrolado, quedase en evidencia. Ganó el debate, dicen, pero no porque sus argumentos... Читать дальше...