Miguel Rellán: «Hay que vivir como si se fuera a ser inmortal»
«Soy Juan Martínez . Hace muchos años era un mocito chulapo de pañuelo de seda al cuello. Bailarín, hijo de bailarín, granujilla madrileño nacido en Burgos y castizo. Me había casado con Sole y nos fuimos a París de Francia. Le enseñé a bailar aquel flamenco litúrgico con bata de cola y enagua almidonada. Ella bailaba mejor una jota trepidante de aldea celtíbera, cuyo sprint final le arrebolaba las mejillas tersas y le hacía palpitar los pechos, muy levantados y oprimidos por el alto corsé de ballenas. Читать дальше...