El Cacereño se despertó de su sueño, de la forma más cruel
“La ciudad está como loca desde que se supo que jugábamos contra el Atlético”. La frase era premonitoria de lo que luego se vería en el Príncipe Felipe. Una fiesta, qué digo, un fiestón de un club modesto de la Segunda RFEF, de una ciudad como Cáceres, alejada a día de hoy del fútbol de Primera, que se pegó un homenaje con la llegada del Atlético. A pesar de que había cientos de aficionados rojiblancos, la marea verde de los hinchas del Cacereño llenaban casi por completo las gradas supletorias colocadas.