Los ataques aéreos de Israel no apagan la euforia de los sirios tras la caída de Al Assad
Suenan varias ráfagas de Ak47 en la plaza de los Omeyas y un grupo de milicianos corre entre la multitud para callar las arma s. «¡No más disparos, no más disparos!», es la orden a unos recién llegados quienes, llenos de euforia, han descargado sus armas en el cielo de Damasco en señal de victoria por la caída del régimen. Vuelve el silencio y, tras la tensión inicial, los abrazos entre los hombres vestidos con ropas militares, algunos encapuchados y, los menos, con el anagrama del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el uniforme. Читать дальше...