En La Seca (Valladolid), el legado de cepas de verdejo que recibió, hace unas décadas, como herencia familiar, el viticultor Javier Sanz guardaba una joya. Una cepa, solitaria y onírica como la ínsula de Barataria de 'El Quijote', de la que brotaban grumos prietos de una uva tinta. La rareza despertó la curiosidad del bodeguero y con ella arrancó un estudio genético en la Universidad de Valladolid con el que se certificó la ancestralidad de esta fruta que han llamado 'cenicienta' . Se calcula que está ahí al menos desde 1863... Читать дальше...