Denuncian casos de tortura y extorsión en penal de Chiconautla
Internos del penal del poblado de Santa María Chiconautla son retenidos torturados por otros reclusos, con el fin de amagar a sus familias y en esa forma poder extorsionarlas, con cantidades que van de los 10 mil a los 50 mil pesos, esto a cambio de no asesinarlos, según videos difundidos en redes sociales.
Las videograbaciones, que supuestamente suceden al interior del citado penal, fueron distribuidas de manera anónima a representantes de diversos medios de información, con el propósito de evidenciar la situación en el interior del reclusorio y demandar la intervención de las autoridades responsables de los mismos.
Hay que mencionar que según el último diagnóstico de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el penal “Sergio García Ramírez” es uno donde se presenta el problema de “autogobierno”; es decir, los reos tienen el control del penal.
Según los documentos gráficos, la situación de tortura contra un reo sucedió en una de las áreas de procesados, es decir, que todavía no reciben sentencia.
En un momento se puede apreciar que, en efecto, uno de los reos involucrados en la tortura y extorsión, porta el uniforme azul, esto es, que espera una condena por determinado delito, aunque hay otros dos con prendas color caqui, de los sentenciados.
Él, junto con otros reclusos, tienen a un interno sometido, previamente despojado de su ropa, agrediéndolo de distintas maneras, diciéndole que él “no sirve para someter, sino para ser sometido, mi perro… “, y le envuelven la cabeza con una toalla, para luego dejarle caer agua, intentando asfixiarlo.
Con música de banda grupera como fondo, se le dice: “ya destrábate carnal, pareces nuevo…” “voltéalo boca arriba”, tercia otro, y se escucha decir a alguien: “¡que no se nos vaya a desamarrar”, pero cuando es torturado mediante intento de asfixia, el reo logró zafarse, y se ordena: “¡vuélvelo a amarrar!”.
“¡Chinealo, chinealo”, le dicen a un reo para volver a someter al interno y le aprieta el cuello hasta hacerlo tambalear por la falta de aire, aunque luego lo “reviven” con toques de electricidad mediante cables enredados en las piernas desnudas.
Según la información, ese momento es aprovechado por los torturadores para enviar el video a las familias y exigirles las cantidades mencionadas.
LC