Hay que superar las expectativas para alcanzar la felicidad
Si percibes los acontecimientos de tu vida como algo equivalente o mejor que tus expectativas, puedes considerarte como una persona feliz.
Así lo comentó Mo Gawdat, ExDirector de Negocios de Google (X), al participar en el Foro Mundial RH 2019, al que asistieron cerca de mil 200 ejecutivos de varias ciudades del país.
En su conferencia sobre “El Algoritmo de la Felicidad”, Gawdat ofreció a los asistentes algunas reglas para alcanzar la felicidad, en base a sus estudios y sus experiencias personales.
El conferencista, quien escribió un libro que lleva el mismo título, reveló que no son los acontecimientos lo que nos hace infelices, sino la forma en que pensamos sobre éstos.
“Es el pensamiento, no el acontecimiento real, lo que te hace infeliz. Sin embargo, los pensamientos no siempre son una representación adecuada de los acontecimientos reales. Por lo tanto, un ligero cambio en nuestra forma de pensar puede ejercer un gran impacto en nuestra felicidad”, expresó.
Gawdat, quien sufrió la pérdida de uno de sus hijos, dijo que para ser feliz hay que hacer y trabajar en lo que más nos gusta.
Recomendó a los asistentes elaborar una lista con aquellas cosas que le proporcionan felicidad.
“Yo me siento feliz cuando aprendo algo nuevo, cuando escucho la música que me gusta, cuando veo sonreír a mis hijos. De eso se trata la felicidad”.
Comentó que otra clave es aclarar y alinear los pensamientos con lo que nos hace felices. “Ser felices depende de nosotros mismos”, expresó.
El conferencista, escritor y directivo de Google aclaró que el éxito no es un prerrequisito esencial para la felicidad, aunque señaló que la felicidad contribuye al éxito.
En cuanto al dolor y sufrimiento, Gawdat dijo que son útiles en el crecimiento de las personas.
En su libro “El Algoritmo de la Felicidad”, Gawdat escribió que cuando perdió a su hijo por un error médico, todo se volvió oscuro en su vida.
“Sentí que me había ganado el derecho a sufrir durante el resto de mi vida. En realidad disponía de dos opciones: podría elegir sufrir durante el resto de mi vida y esto no traería a Ali de vuelta; o podría experimentar el dolor, pero detener los pensamientos desgraciados”.