La Reserva de la Biosfera de la Cuenca del Manzanares ya bordea la capital
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«Todo el mundo se ha sorprendido», explicaba el consejero de Medio Ambiente, Carlos Izquierdo, recién aterrizado de París, donde fue testigo esta misma semana de cómo la Unesco adoptaba esta decisión en sesión plenaria: «Es algo histórico para Madrid», concluyó el político.
El Parque del Guadarrama es el segundo más visitado de España, tras el Teide
No es para menos; como explica, no es muy frecuente que una región tan poblada alcance esta distinción. «Las exigencias son muy complejas, pero lo hemos cumplido todo, a pesar de la presión demográfica», indica; por eso, ahora mismo la región cuenta con una gran Reserva de la Biosfera que prácticamente «toca con la capital: linda con el monte del Pardo».
Esta Reserva de la cuenca del Manzanares –ahora extendida también a las del Lozoya y el Guadarrama– fue declarada como tal en 1992, y ocupaba hasta la fecha 46.778 hectáreas en total. De ellas, 18.700 eran la considerada «zona núcleo» –la de máxima protección y conservación de la biodiversidad– y más de 28.000 hectáreas eran la conocida como «zona tampón» –la que amortigua los efectos de las aciones humanas sobre el núcleo–.
Actividades sostenibles
Tras la ampliación solicitada por el Gobierno regional, y que ha recibido ya el vistobueno de la Unesco, serán en total 105.654 hectáreas las que ocupe, de las que son consideradas «núcleo» más de 31.000, en torno a 53.000 serán zona «tampón» y el resto, unas 21.000 hectáreas, zona de transición –en las que promover actividades económicas sostenibles–. Esta parte se ha incrementado sensiblemente con respecto al primer plan de rezonificación que presentó la Comunidad, en 2015. Este se basaba en un estudio de la consejería y de la Universidad Rey Juan Carlos, y también tomó parte en su redacción un miembro experto del Comité MaB (el órgano gestor del programa Man and Biosphere de la Unesco). El trabajo fue después modificado atendiendo a las recomendaciones que le realizó la Unesco en su día.
En ella se ha incluido además –también por sugerencia de la Organización de Naciones unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura– el Parque Nacional de la sierra de Guadarrama , la enorme extensión verde que ocupa 34.000 hectáreas y que se ha convertido en el segundo más visitado de España, después del Teide y por delante de los Picos de Europa: en el último año, más de 2,8 millones de personas se acercaron a conocerlo.
Ampliar la Reserva de la Biosfera del Manzanares no sólo es bueno para el medio ambiente y para la sostenibilidad de la región: beneficia directamente a los 27 municipios a los que afecta, once de los cuales se incorporan a partir de ahora al mismo:se trata de Guadarrama, Alpedrete, Collado Mediano, Los Molinos, Cercedilla, Rascafría, Miraflores, Lozoya, Pinilla del Valle, Alameda del Valle y Navarredonda, que se unen a los que ya estaban incluidos: Navacerrada, Becerril de la Sierra, Moralzarzal, El Boalo y Soto del Real en su totalidad, y parte de los de Alcobendas, Colmenar Viejo, Collado Villalba, Galapagar, Hoyo de Manzanares, Las Rozas, Madrid , Manzanares el Real, San Sebastián de los Reyes, Torrelodones y Tres Cantos.
Más control
Desde las organizaciones ecologistas, valoran positivamente esta ampliación, aunque tanto Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, como Octavio Infante, de SEO Birdlife, insistieron tras conocerse la aprobación de la nueva dimensión de la Reserva, en que lo importante no es tanto que crezcan los espacios como que se respeten realmente sus especificidades: armonizar la sostenibilidad de las zonas ecológicamente relevantes con el desarrollo humano y que ese control no sea «laxo», señalaba el primero.
Esta no es la única reserva de la biosfera en la región: existe una segunda, declarada en 2005, y más pequeña en extensión aunque también con enormes valores medioambientales: la Sierra del Rincón, donde se extiende el Hayedo de Montejo.