Alternancia local
Un rasgo central de una democracia es asegurar condiciones estables en la organización de las elecciones, para que la pluralidad de los votantes se respete al salir de las urnas y se refleje en la constitución del poder público.
Viene a cuento lo anterior porque durante la primera semana de marzo pasado, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó tres iniciativas que son referentes de la Reforma Electoral que está bajo la lupa.
Una la presentaron Tatiana Clouthier y Mario Delgado, con la finalidad de reducir a la mitad el financiamiento público de los partidos políticos. Otra la firma César Hernández, para adelgazar el número de consejeros del Consejo General del INE, así como de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE).
La tercera iniciativa la presentó Sergio Gutiérrez Luna, proponiendo desaparecer a los Organismos Públicos Locales Electorales, para que la organización de las elecciones estatales quede en manos de los 32 Consejos Locales del Instituto Nacional Electoral y sea la Cámara de Diputados quien designe a los 160 Consejeros Electorales.
Dicho lo anterior, permítame decirle que la transición democrática en México se inició en la provincia, en donde sucedieron 12 alternancias de gobernador antes del triunfo del PAN en la elección presidencial de 2000. Además, la ciudadanización y profesionalización de los Institutos Electorales del país permitieron construir condiciones estables para que la pluralidad se refleje en 61 alternancias de gobernador en 27 estados, de las cuales 38 fueron antes del Sistema Nacional Electoral y 23 desde que surgió.
De las 169 elecciones de gobernador celebradas durante los últimos 30 años, los Tribunales han anulado solo tres, ninguna por motivos atribuibles al arbitraje electoral. Y de las 35 elecciones de gobernador organizadas entre 2015 y 2019, únicamente en dos el INE ha desenfundado su facultad de atracción. Si el federalismo electoral ha tenido el torque necesario para impulsar y sostener la dinámica democrática del país, reflejada también en los Congresos locales y municipios, lo que amerita no es borrarlo del mapa sino fortalecer su capacidad institucional para que funcione mejor. _