¿Qué onda con el Sistema Anticorrupción?
El arranque del Sistema Anticorrupción del Estado de Jalisco (SAEJ) cumplirá un año y ocho meses a finales de este mes tras la integración del Comité de Participación Social (http://bit.ly/2X1vrk1), y el Comité Coordinador de ese sistema, cumplió esta semana un año cinco meses de instalación (http://bit.ly/2WVZZU2). Pero ¿qué está pasando?
Antes que nada, es necesario considerar que los sistemas locales forman parte de un sistema nacional, que reproducen el modelo para una operación sistémico, pero que llegan sólo al nivel estatal, sin prefigurar homogéneamente modelos en el ámbito municipal.
Estos sistemas, en la práctica implicaron la construcción de una súper estructura sobre instituciones existentes para la prevención, investigación y sanción de actos de corrupción (bueno, de faltas administrativas y delitos que ahora se clasifican como “corrupción”). La súper estructura es un Comité de Participación Social (en Jalisco) – Ciudadana (el nacional), un órgano de gobierno y una Secretaría Ejecutiva.
Con una fiscalía especializada en combate a la corrupción (que antes era la fiscalía para delitos de servidores públicos) y una sala especializada en los Tribunales de Justicia Administrativa, los mecanismos-instituciones de prevención como las Contralorías (ahora órganos de control interno) y auditorías superiores, por su naturaleza parecerían suficientes para prevenir, investigar y sancionar actos de corrupción. Pero no, se creó una súper estructura sobre la que mediática y políticamente cae el peso del combate a la corrupción, y los que en primera línea están para ello, quedan desdibujados, y entramos en una ruta perversa de señuelos y distracción.
Algo pasa con este modelo de superestructura-sistema abigarrado; de instancias que están para articular y definir rutas (llámese también políticas) de las instituciones de primera línea (Contralorías, Auditorías, Fiscalías, Tribunales). Se requiere, como planteó David Gómez Álvarez, “resetearlo” (Mural, 19 junio 2019); simplificarlo. Las políticas y acciones de combate a la corrupción, estimo, deben surgir de la base del sistema, de las instancias de prevención, investigación y sanción; y los comités de participación social (ciudadana), promover, alentar, garantizar su articulación; no a la inversa o desde fuera.
Una muestra de desarticulación del sistema. Veamos sus sitios de Internet, y verifiquemos si al menos en apariencia están comunicados, articulados: CPS (http://www.cpsjalisco.org) y SEAJ (http://seajal.org); y si entramos a detalle, cómo se articulan los Planes Anuales de cada integrante del Sistema con el Plan Anual del SEAJ, y éste con el del CPS y la Secretaría Ejecutiva. Podríamos decir: ¿qué onda?, ¿a dónde van?
Twitter: @jrubenalonsog