El futuro tecnológico es hoy
0
El primer terreno en el que desde la Maker Faire se hace énfasis es la movilidad. Entendida como la necesidad de las personas de acudir a su puesto de trabajo, lugar de residencia o de ocio. También un punto crítico, pues debe lidiar con los problemas que surgen en materia de contaminación o de prevención de accidentes. En el primer aspecto, se opta por alternativas sostenibles, y se encuentran ejemplos como las motocicletas eléctricas de VMS Automotive, que para su director técnico, Florentino Míguez, cumplen con las premisas de la movilidad del siglo XXI. «Son eficientes, inclusivas, es decir, para todos, y prácticas», señala. Otro camino pueden ser las energías limpias, en las que los expertos consideran que no se deben albergar dudas. «Para que se dé un cambio, debemos creer en él», opina Francisco López de las Heras, gerente de autogas (energía alternativa) de Repsol en Asturias y Galicia.
Tecnología punta
El verdadero auge tecnológico aparece en materia de ayudas al usuario. Una de las soluciones más desconocidas son los vehículos autónomos. Vinculados a ellos hay empresas, como XESOL Innovation, que llevaron a la Maker Faire toda una gama de productos que se instalan en el vehículo con el fin de avisar, controlar y proteger. Para Alfonso Lorenzo, no deben alterar nada. «Son coches conectados, compartidos por varios usuarios e integrados en las infraestructuras de las ciudades», comenta.
La tecnología también está plenamente presente en la Maker Faire en realidades como la robótica. Particularmente, en los conocidos como robots colaborativos. No son un sustituto del trabajador, sino que funcionan como herramienta programable para poder acometer tareas repetitivas, y que según el fabricante, Robot eSeries, «mejorará la creatividad y talento de los trabajadores».
En relación con la capacidad de generar, existen proyectos como el del joven de 17 años Bruno Moya, uno de los talentos de la feria. Es desarrollador de realidad mixta, mediante la creación de hologramas en la propia realidad, con software libre y programable para utilizarlos con gafas especiales. Dirige Glassear, y crea productos con bajo coste. «Este sistema en Microsoft vale miles de euros, mientras que nosotros lo vendemos por 20 euros, y facilitamos la creación de contenido a todo el mundo», expone Moya.
Desde la Maker Faire también se extrae que el futuro también debe estar conectado. En este caso, un elemento triunfador en la exposición es AppToin, nacida en Santiago de Compostela y fundadora de una nueva forma de abrir puertas desde el teléfono móvil a través de una aplicación desde la que se gestionan los accesos a las conexiones con las puertas. Funcionan mediante redes WiFi y conexión bluetooth, tras la instalación de una cerradura electrónica. Para todo tipo de ámbitos, desde garajes pasando por la puerta de casa.
Por último, un caso especial en las innovaciones tecnológicas es Handy Gym. Conocido como «el gimnasio más pequeño del mundo», pues no llega a pesar un kilogramo. Nació como ayuda a un enfermo de Parkinson que quería ejercitarse a pesar de las dificultades. Desarrollado por Traktus y la Universidade de Vigo, funciona con tecnología isoinercial, utilizada en la NASA. Las rutinas creadas son de contracción y relajación de los diferentes grupos musculares, pues combina diferentes posiciones con resistencias que llegan hasta los 100 kg. La clave fundamental de esta invención, como la de tantas otras relacionadas con la tecnología, la resume el director de comunicación del proyecto, Roberto Pérez: «Mejora la calidad de vida del usuario y le permite poder hacer lo que desee sin trabas».