En la inseguridad y violencia. Responsabilidad compartida
Toda la fuerza del Estado y sin ninguna contemplación para acabar con los delincuentes y enviarlos a la cárcel donde nunca deberán salir. Un discurso que se escucha de las autoridades de los tres niveles de gobierno en su lucha para combatir la inseguridad y devolverle a la sociedad la tranquilidad que tanto anhela para una sana convivencia y una mejor calidad de vida.
Nada ni nadie por encima de la Ley. Tesis que he escuchado desde que era niño, pero que cobró conciencia y me quedo claro lo que significaba a finales de los 80 y que hasta la fecha sigue siendo bandera de autoridades de los tres niveles de gobierno.
Lamentablemente esa tesis sólo está en el discurso porque en la realidad y en los hechos hay muchos fuera de la ley y se mantienen en la impunidad. Lo que ha provocado como consecuencia el incremento de la actividad en la comisión de los delitos en todas sus modalidades.
La impunidad ha generado que cada vez haya más y nuevos delitos y, lo más grave, que sean más los jóvenes que se integran a estas actividades ilícitas ante la falta de oportunidades en empleo y educación.
Pero más lamentable es que ante una política para combatir la inseguridad y la violencia ya sea a través de una campaña de prevención o bien un programa de acción para actuar en contra de los delincuentes antes de apoyar, las reacciones son presagiando el fracaso de estas acciones. Porque antes de pensar en el bien común se busca el beneficio político.
Si es un presidente municipal un gobernador o el presidente de la República, la acción que prometan para combatir la inseguridad y la violencia de inmediato no sólo es cuestionada sino criticada y se presagia su fracaso.
Lo más sorprendente es que quienes critican las políticas y acciones que anuncien y emprendan cualquiera de las autoridades de los tres niveles de gobierno, fueron los mismos que otrora estuvieron en el poder.
Se vuelven especialistas en materia de seguridad. Dicen tener la solución y por lo tanto desacreditan lo que anuncian o hagan los que están en la responsabilidad en turno. Pero la pregunta es por qué no lo demostraron cuando tuvieron la valiosa encomienda de gobernar.
Es común escuchar en charlas de cafés y en las redes sociales a ex presidentes municipales, ex titulares de las dependencias de garantizar la seguridad, ministerios públicos, ex gobernadores y ex jefes de gobierno en el tiempo en el que estuvieron en el poder.
Y se suman a las críticas y los cuestionamientos los líderes de opinión, intelectuales, académicos, empresarios, dirigentes de la sociedad civil y un sinnúmero de especialistas en temas de seguridad, pero que sólo como lo hacen las autoridades en turno, discurso y crítica, pero no acción.
La lucha contra la inseguridad compete a todos. De discursos la sociedad ya está cansada sean de las autoridades o de sus detractores. Lo importante es atender y responder a la exigencia general. Tranquilidad y seguridad. Lo demás sólo hace daño y retrasa la solución y abre la brecha para que cada vez sea más difícil la reconstrucción del tejido social.