Alicia Aveiro, la vida de lujo de la sobrina de CR7
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La «sobrinísima», con 20 años, ha hecho buenas migas con Georgina Rodríguez, en gran parte debido a su edad próxima, pues la joven aragonesa cuenta con 25 y van juntas a todas partes. La sintonía entre ambas es total.
Alicia en un yate. Alicia en un jacuzzi. Alicia orgullosa de Ronaldo. Así se muestra la joven en las redes sociales, donde arrasa en tierras portuguesas.
También guarda una excelente relación con sus tías Elma y Katia, mientras se aplica como estudiante de Gestión Comercial. Su vida ha dado un giro hacia la estabilidad, dado que su padre parece haber superado los graves problemas con el alcohol y las drogas.
En este sentido, la labor de Hugo Aveiro en el museo consagrado a los logros de su hermano le ha ayudado a centrarse, como también el cariño de su hija y del hermano de esta, Hugo Tomás.
Con anterioridad, Hugo Aveiro se había ganado la vida con una fábrica de pinturas que se encargaba de gestionar. Es la confirmación de los orígenes humildes del clan familiar, que sufrió con el «patriarca» José Dinis, fallecido en 2005 a consecuencia de los efectos de la adicción a la bebida.
Alicia Aveiro ha escuchado, desde que era pequeña, estas y otras historias acerca de los momentos más duros de sus allegados, habituales de los barrios de Santo António y Sao Gonzalo, dos de las zonas elevadas que rodean la bahía de Funchal.
Le une una especial relación con su tía Katia, con quien guarda un manifiesto parecido. «Nuestra niña mujer cumple 19 años. El tiempo corre, la vida pasa y ellos crecen. Parece que fue ayer cuando te pegaba en el cuello, tan pequeñita. Hoy estás hecha toda una mujer, casi formada y con alas para volar y ser feliz. Porque ser feliz, sí, amor, es todo lo que tu tía te desea», escribió la hermana cantante de Cristiano Ronaldo a través de las redes sociales.
De manera que Alicia vive rodeada del afecto de todos los Aveiro, con su padre en fase de estabilización y las gentes de la capital madeirense encantadas de contar con una joven tan entusiasta en una ciudad que rinde culto a CR7, tal cual se demuestra con su omnipresencia en forma de una estatua o de su nombre para designar el aeropuerto internacional.
La sobrina del espectacular delantero pudo haber elegido cursar sus estudios en algunas de las mejores universidades norteamericanas o británicas, pero eligió quedarse a residir en Funchal, una ciudad que todos los Aveiro llevan en el corazón.